Tras la batalla de Malasia, con los ánimos más calmados, los principales jefes de equipo de la parrilla hacen balance y consideran que la nueva Fórmula 1 es más emocionante gracias a las nuevas normas impuestas por la FIA. Eric Boullier, patrón de Renault, habla del alerón trasero móvil: "Creo que es bueno. Creo que si se es un buen competidor, y me considero uno, gusta tener a dos coches alcanzando el límite, tocándose incluso un poco los pontones. El alerón móvil no funciona en algunos lugares, como en Australia, pero cuando hay una larga recta como en Malasia o China, funciona y es bueno". Sin embargo, gran parte de las luchas por posiciones en Malasia no tuvieron lugar exclusivamente en la recta principal, sino en la contrarrecta anterior o en las curvas posteriores, donde se vivieron luchas con tres coche paralelos, el duelo entre Mark Webber y Kamui Kobayashi o incluso la pelea entre Hamilton y Alonso, que se produjo sin que el alerón móvil del Ferrari funcionara.

El jefe de McLaren, Martin Whitmarsh, está de acuerdo con Eric, y entra a hablar sobre los neumáticos. Las estrategias ahora son muy dispares, con monoplazas yendo a dos paradas y otros a cuatro. Martin se divierte así: "Cuando echamos la vista atrás a Malasia, creo que no fue una mala carrera, y pienso que la situación con los neumáticos y los coches en el circuito, conservando sus gomas en diferentes etapas de degradación, añade espectáculo".

Christian Horner, patrón de Red Bull Racing, habla de la dificultad de manejar todos los datos disponibles, y de la necesidad de trabajar duro para elaborar una estrategia no tan clara como en años anteriores: "Es ciertamente complicado en el muro de boxes. Sería la pesadilla de los controladores aéreos si escucharan la radio de las estrategias. El ritmo de trabajo es colosal. Eso brinda una dimensión emocionante a la carrera, y creo que añade otro elemento".

Pero, en última instancia, cuando se le pregunta en Autosport si la carrera fue emocionante desde fuera, asegura que él no es quien debe opinar, sino el aficionado: "No soy quien debe sopesar si las carreras ahora son más complicadas de seguir, pues estoy tan inmerso en mi propia carrera que no se puede mirarla en conjunto".

Fernando Alonso, protagonista del duelo del fin de semana, da su visión desde dentro del monoplaza: "En un momento de la carrera iba segundo, o tercero. Adelanté a Jenson, y luego Jenson iba delante de Lewis, y yo luchando con Webber, que iba a cuatro paradas. No se sabía muy bien qué estaba pasando. Se pierde contacto visual con los rivales, y se desconoce exactamente su estrategia. Así que uno hace su carrera, sabiendo que a veces estás segundo o tercero, pero en realidad no significa que seas segundo o tercero, porque vas a una estrategia diferente en ese momento; en realidad puedes encontrarte en la quinta o sexta plaza. No sabes nada hasta las últimas vueltas".

Desde Maranello también parecen contentos con la nueva situación sobre la pista, y si bien Horner respeta y no quiere poner palabras en la boca del aficionado, Stefano Domenicali sí: "Desde el punto de vista del espectador, la gente disfruta viendo el alerón abrirse y cerrarse, y los pilotos acerándose y luchando. Es un hecho y tenemos que asumirlo. Pero por supuesto que no es fácil que el público lo entienda, porque también es difícil para los equipos. Pero así son las cosas. Creo que es parte del juego de este año". Sin embargo, la última palabra la debe tener el aficionado. ¿Es más divertida esta Fórmula 1 o más complicada de seguir?