Ferrari recientemente criticó los tiempos de Lotus y Virgin en los test de febrero. Y es que, como dijo Felipe Massa, no beneficia al espectáculo de la F1 que las nuevas escuderías rueden tan lentas, ya que aparte de las mencionadas está Hispania Racing que aún no ha dado ni una sola vuelta con su monoplaza. Una situación que preocupa de cara al primer Gran Premio de la temporada.

La presencia de estos tres equipos, sobre todo el español, no ha sido tan fácil como en un principio muchos de sus dirigentes se pensaron. Y es que cuando les concedieron las licencias para 2010, aún con Max Mosley en la presidencia de la FIA, parecía que iba a haber un límite de presupuesto para todos los equipos. Una recorte de gastos que se impulsó por la grave crisis que asolaba a la competición y de la que los grandes beneficiarios eran los nuevos integrantes de la parrilla, ya que de esta manera estaban en igualdad de condiciones que el resto.

Este presupuesto limitado de 45 millones de euros no gustó a los grandes y Ferrari, de mano de Luca Di Montezemolo inició una guerra a la que se unieron muchas escuderías y que acabó dejando a unos equipos con pequeños presupuestos incapaces de luchar contra el poder y la creación de las grandes escuderías establecidas.

Esta desigualdad entre ricos y pobres era lo que se pretendía evitar tal y como asegura Ecclestone: “El tope de los 45 millones de euros les hubiera dado una oportunidad”, añade. “Siempre advertí que el presupuesto limitado no iba a funcionar. Ahora los nuevos se encuentran con presupuestos que no son suficientes”. (GMM)