López, de 26 años, no pilota un monoplaza desde 2006, cuando compitió en la GP2. Pero su energía se centra en la actualidad, y desde hace algún tiempo, en prepararse para la máxima especialidad del mundo de monoplazas. Según la publicación argentina Corsa, López ha entrenado dos días en un Fórmula 3 para aclimatarse a los coches tipo fórmula, después de una temporada en turismos.

El gran salto de López (“Pechito” para los amigos) será posible gracias, en parte, a sus patrocinadores, como explica su representante, Felipe McCough, miembro del Club Argentino del Automóvil: “En las últimas semanas hemos hecho muchos progresos, pero las vacaciones fueron una complicación. Tenemos que tener paciencia. La idea es que el equipo lo anuncie”.

Los rumores de la irrupción de López en la Fórmula 1 como piloto titular comenzaron en noviembre del año pasado, cuando se especuló con que había llegado a un acuerdo gracias a los ocho millones de dólares de sus patrocinadores. Peter Windsor, director deportivo de USF1, ya estaría trabajando en la superlicencia de López. Gracias a que, desde 2003, López ha trabajado codo con codo con Renault F1 Team en sus programas de desarrollo de jóvenes promesas y, más tarde, participando en algunos entrenamientos libres (también con Minardi), el argentino lo tendría fácil para superar el trámite de la FIA.