10 Aston Martin que son puro lujo... y no son coches

Este producto tan exclusivo solo se ha reproducido en 25 ocasiones y reúne lo mejor del whisky escocés y de la distinción de la marca británica de automóviles. Conmemora un año clave para las dos entidades colaboradoras y su precio, como cualquier deportivo de Aston Martin, no está al alcance de cualquiera ya que vale la friolera de 55.000 euros.

Una de las últimas colaboraciones de la marca de automóviles ha sido con el prestigioso arquitecto Sir David Adjaye y el resultado son cinco exclusivos apartamentos en el edificio 130 William de Nueva York, con unos precios que pueden llegar hasta los 10 millones de euros. Además, el futuro propietario recibirá un Aston Martin DBX personalizado.

En el 2017 Aston Martin se asoció con el fabricante de bicicletas Stork y el resultado fue un exclusivo producto del que solo se hicieron 107 unidades, todas ellas con los últimos avances en fibra de carbono y aerodinámica. Con tan solo 5,9 kilos de peso, esta bicicleta también presumía de una estética muy llamativa y una tecnología de cambio de marchas inalámbrica.

La primera moto de la firma británica se presentó el pasado año, con una producción limitada a 100 unidades. Cuenta con un propulsor turboalimentado que desarrolla 180 caballos de potencia y su peso es de apenas 180 kilos, con los colores típicos de Aston Martin liderando sus superficies, es decir, los Stirling Green y Lime Essence. Las primeras unidades llegarán a finales de este año y su precio es de 108.000 euros.

Lo que tenemos en imagen es una edición especial que nace fruto de la colaboración entre Aston Martin y Airbus. Este helicóptero viene equipado con una gama de cuatro diseños interiores y exteriores creados por la firma británica, una pintura verde Stirling Green con toques en negro Jet Black, así como detalles inspirados en el DB11. Cada uno de los ejemplares tendrá una placa conmemorativa, con el número de edición y el nombre del propietario.

Producido en asociación con Cranfield University, Cranfield Aerospace Solutions y Rolls-Royce, este prototipo de avión creado en 2018 tiene como objetivo llevar el transporte personal de lujo al cielo. Cuenta con espacio para tres adultos, un sistema de propulsión híbrido y tecnología para ser pilotado de forma completamente autónoma. Quizás sea un anticipo de la movilidad futura en las ciudades.

Con 10 centímetros de alto, 34 de largo y 12 de ancho, esta maqueta a escala 1:8 del Aston Martin DB5 que condujo James Bond en la exitosa película ‘Golfinger’, ha sido diseñada para proporcionar una experiencia de construcción desafiante llena de nostalgia. Se compone de 1290 piezas e incluye placas de matrículas giratorias, rastreador de radar, ametralladoras delanteras y un asiento eyector completamente funcional, como el coche en el que se inspira.

El mundo de los deportes electrónicos también ha cautivado a Aston Martin y la mejor prueba es este simulador realizado en un monocasco ligero de fibra de carbono, con una parte delantera que trata de invocar la característica parrilla que la marca británica utiliza en sus automóviles. La posición del asiento refleja la del Aston Martin Valkyrie, utiliza componentes de alta calidad e incluye el último software Assetto Corsa. ¿Su precio? 62.440 euros más IVA.

La marca británica también ha querido explorar el mundo náutico con su asociación con la marca especializada en submarinos Triton. Su creación fue presentada en el 2017 y nos dejó a todos sorprendidos con un diseño inspirado en el Aston Martin Valkyrie, visión de 360 grados, propulsión eléctrica y una capacidad de inmersión de hasta 500 metros de profundidad. El precio de esta exclusividad asciende hasta los 2,8 millones de euros.

En el Mónaco Yatch Show de 2017 la casa de Gaydon hizo acto de presencia con una embarcación de lo más llamativa con la que trataba de trasladar la deportividad de sus automóviles a la industria náutica. El resultado final fue una lancha rápida de once metros de eslora que presumía de ofrecer nada menos que más de 1.000 caballos de potencia gracias a sus dos motores Mercury Racing. El lujo también se extendía al interior donde destacaban el cuero y los paneles en fibra de carbono.