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Los Mercedes 600 Pullman rivalizaban en lujo y representatividad con los Bentley y Rolls Royce en los años 60 y 70. Era la versión larga del Mercedes 600, disponible con cuatro o seis puertas laterales y una longitud que llegaba a los 6,25 metros. Estuvo en producción de 1963 a 1981 y solo se fabricaron 429 Pullman, además de otros 59 con carrocería Landaulet, que dejaba al descubierto toda la parte trasera mediante una capota plegable. Entre los conocidos propietarios de los 600 Pullman se encuentran personajes tan “variados” que van desde el Papa Pablo VI hasta Pablo Escobar, pasando por Fidel Castro o Nicola Ceausescu.
El 600 Pullman era toda una obra maestra de ingeniería y opulencia, pensado para la comodidad absoluta de sus pasajeros por sus dimensiones, las prestaciones del motor V8 de 6.3 litros y el confort que proporcionaba la suspensión neumática. Por supuesto contaba con una mampara de cristal que separaba la parte trasera del habitáculo de la zona del conductor, con un intercomunicador para poder hablar con él. Lennon lo pidió con un interior en terciopelo negro, con algunas partes en cuero del mismo color y techo corredizo en la parte trasera.
Esta unidad en particular, el chasis 001580, fue encargada por John Lennon en 1969 y es uno de los 600 Pullman más raros de los pocos que se fabricaron. Tiene carrocería de cuatro puertas, aunque en la parte trasera tienen dos filas de asientos enfrentadas, volante a la derecha y un equipamiento fuera de lo corriente. Mientras que la mayoría de sus propietarios exigían sofisticaciones como bar, tocador de belleza, televisión y otras comodidades, Lennon aprovechaba los trayectos en el inmenso Pullman para trabajar y lo convirtió casi en un estudio de grabación. El espectacular Mercedes blanco montaba radio Blaupunkt, una grabadora Pioneer, un tocadiscos Philips-Mignon y, por supuesto, un montón de altavoces adicionales a los que llevaba de serie.
Otros propietarios con mucha música
Cuando John Lennon se trasladó a los Estados Unidos a principios de los 70, le vendió el Pullman a su compañero de los Beatles, George Harrison. Más tarde el coche llegó a Estados Unidos, a pesar de su volante a la derecha, adquirido por Mary Wilson, una de las componentes de The Supremes, el grupo en el que comenzó su carrera Diana Ross, que lo utilizó durante sus giras por toda Norteamérica y lo mantuvo durante más de 15 años.
En los 90 el coche fue subastado y adquirido por el coleccionista finlandés Mikael Borgman, que gastó más de 200.000 dólares en una restauración integral que fue realizada directamente por Mercedes-Benz. Años después, en 2001, cambió nuevamente de dueño en la subasta Rock Legends de Fleetwood Owen, celebrada en el Hard Rock Café de Londres, pero su precio de venta no llegó a lo que se esperaba y se quedó en 265.000 dólares, poco más de lo que costó su restauración años antes. Ahora el 600 Pullman vuelve a estar a la venta, esta vez en las instalaciones del especialista en clásicos Tom Hartley, en Reino Unido. El coche se encuentra en un estado excepcional pero su precio no se da a conocer más que a los verdaderos interesados.
