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Buena parte del estado de conservación de un coche depende directamente del lugar donde lo estacionamos habitualmente. Esto es así. Por ello, cuando nuestra máquina destaca por encima de la media, por clásica o por prestacional, se vuelve imprescindible contar con un espacio a la altura a fin de preservar su mejor versión.
Un buen garaje doméstico debidamente proyectado, construido y protegido será suficiente en la mayoría de casos pero, si queremos ir más allá, debemos ponernos en manos de expertos en el cuidado de automóviles. Este tipo de negocios no son muy comunes en España, siendo más fáciles de encontrar en países como el Reino Unido. Allí, por ejemplo, Hilton Group (no confundir con la cadena hotelera) ofrece unas instalaciones poco menos que ideales.
Cuidado como a un bebé
Este consorcio británico, dedicado a las restauraciones y reparaciones de vehículos históricos y de alta gama, posee en la región de Hertfordshire un parking de larga estancia con más de 9.200 m2 de superficie útil. En él, cada coche que ocupa una de sus numerosas plazas recibe una cobertura en forma de funda protectora, impidiendo que el polvo se acumule en la carrocería.
Según la propia compañía, el garaje está concebido desde el principio como un búnker de alta seguridad que, además de evitar robos y destrozos, garantiza la conservación de los vehículos en las condiciones idóneas de humedad y temperatura, gracias a un complejo sistema de monitorización y control. Y si ocurre lo peor, cuentan asimismo con un taller de chapa y pintura especializado capaz de solucionar cualquier posible desperfecto.
Como última novedad anuncian la instalación de 38 elevadores dobles, que han permitido crear un segundo nivel más cerca del techo para seguir admitiendo vehículos. Y ya que los mencionamos, y aunque las fundas también son garantía de anonimato, no cuesta mucho distinguir las identidades de algunos inquilinos, como por ejemplo un Ferrari 458, algunos Jaguar E-Type, varios Lotus Elise y Exige, TVR Tuscan o Mercedes-Benz SL.