El médico, soltero, solitario y sin descendientes directos, falleció en 2007 tras años de aislamiento pero con el Bugatti en su garaje, y ahora sus sobrinos se frotan las manos ante lo que puede ser una auténtica fortuna para toda la familia. Su tío además también guardaba un Aston Martin y un Jaguar E-Type, aunque ambos parecen poca cosa comparados con el majestuoso Atalante, del que sólo se fabricaron 17 unidades.

El ambiente seco ha permitido que la huella del tiempo haya sido benevolente con esta joya de la tecnología, uno de los modelos más avanzados de su época, con unos acabados artesanales de auténtica orfebrería y objeto de uno de los diseños más elegantes del automovilismo de preguerra. El cuentakilómetros del Bugatti Atalante 57S del doctor Carr marca sólo 42.300 kilómetros que parecen completamente ciertos a juzgar por el estado exterior del coche.

Ahora la casa de subastas Bonhams lo subastará en París el 7 de febrero coincidiendo con Retromobile, la feria de clásicos más importante del mundo. La cifra de partida será de tres millones de euros, pero se espera que el martillo no baje por menos de seis... ¿o se notará también la crisis?

Fotos ofrecidas por la casa de subastas Bonhams y extraídas de autoexpress.co.uk

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