El universo 007 va más allá de una saga de películas de acción. La legión de seguidores de James Bond se extiende por todo el planeta, como también la depetrolheads que admiran (admiramos) los autos que conduce el espía británico en cada una de sus películas. Muchos son los vehículos que ha pilotado, como el Lotus Esprit (“La espía que me amó”), el BMW Z8 (“El mundo nunca es suficiente”) y los Aston Martin Vanquish y DB10 (“Muere otro día” y “Spectre” respectivamente). Si hablamos exclusivamente de Aston, existe un coche-icono por encima de éstos y de otros que han aparecido en las diversas secuelas, y es el DB5, que vimos por primera vez en pantalla en “Goldfinger” y que volveremos a disfrutar en “Sin tiempo para morir”, la cinta que se estrenará en unos días en los cines españoles, por cierto, la última en la que aparecerá Daniel Craig interpretando a 007.
Por eso mismo, Aston Martin ha puesto a la venta una serie limitada de su mítico DB5, pero no para adultos (¡lástima!), sino para niños, y lo ha hecho en colaboración con The Little Car Company, una empresa especializada en réplicas. Este DB5 a escala se llama ‘No time to Die Edition’ y se van a fabricar 125 unidades, cada una de ellas a un coste de 90.000 libras, unos 105.000 euros al cambio.
¿Qué lo hace tan especial?
Aston Martin pidió expresamente que su DB5 Junior tuviera todos los gadgets del DB5 de James Bond. Dicho y hecho.
Este DB5 ‘No time to Die Edition’ cuenta con un panel de instrumentos específico con diversos botones e interruptores con los que se puede, entre otras cosas, lanzar humo durante una hora, hacer que aparezcan dos metralletas en los faros y cambiar la matrícula para despistar a los padres, reconvertidos a policías.
Aunque más de uno seguro que intenta despistar a su hijo para dar una vuelta con él por el vecindario…
A nivel mecánico, se ha optado por un pequeño motorcillo eléctrico de 24 caballos de potencia máxima. Está alimentado por unas baterías de iones de litio de 1,8 kWh que le permiten una autonomía de más de 100 kilómetros. La suspensión lleva el sello Bilstein y los frenos son del especialista Brembo. Como ves, de juguete tiene más bien poco…
