Los coleccionistas de automóviles suelen sentir especial devoción por el Ford Mustang de primera generación, no solo cuando están en un estado de conservación excepcional, sino también cuando se encuentran algo deteriorados ya que de esta forma son la base perfecta para comenzar un proyecto de restauración personalizado. El ejemplo más reciente lo tenemos con el ejemplar de 1970 que vemos en imágenes, el cual ha pasado una larga temporada aislado de la sociedad.
Otro hallazgo sorprendente
Decimos esto porque, una vez más, estamos ante un hallazgo de granero, aunque en esta ocasión no sabemos a ciencia cierta el número de años que ha permanecido encerrado este automóvil estadounidense. Lo que sí podemos asegurar es que es el ejemplar perfecto para encerrarse en el garaje durante las próximas semanas y realizar en él importantes modificaciones, aunque estas no serán las primeras que reciba pues ya cuenta con algunos cambios importantes.
Decimos esto porque originalmente Ford instaló en el vano motor de este coche un propulsor V8 de 302 pulgadas cúbicas, pero ahora al levantar el capó uno se encuentra con otro bloque de ocho cilindros que ha aumentado su desplazamiento hasta las 460 ci, es decir, 7.5 litros por los 4.9 originales. La encargada de dirigir toda la potencia a las ruedas posteriores es una caja de cambios automática por convertidor de par, la cual no sabemos cuándo se instaló exactamente. Según el vendedor, el V8 arranca y funciona correctamente.
Mejor de lo esperado
Debido al paso del tiempo y a los muchos años sin realizar ningún movimiento, este Ford Mustang requiere de algunos arreglos importantes, pero la buena noticia es que el óxido no debería ser una preocupación a tener en cuenta esta vez. Hemos visto muchos hallazgos de granero en los que los protagonistas encontrados tenían serias dificultades para lidiar con la corrosión, por lo que el futuro propietario del coche estará agradecido al respecto.
El interior también se ve en condiciones bastante decentes, aunque será necesario reparar el asiento del conductor. Sin embargo, quien compre el automóvil tendrá una mejor idea de lo que debe repararse en el habitáculo después de una limpieza a fondo, especialmente tras contemplar el polvo que envuelve a los asientos delanteros. En general, este es un buen Mustang que podría valer la pena restaurar, a pesar de que no es un ejemplar completamente original, y eso debió pensar la persona que acaba de pagar 6.500 dólares (5.350 euros al cambio) por él.
