LaFerrari, el deportivo de calle más potente realizado por la casa de Maranello y Kimi Raikkonen, campeón del mundo de Fórmula 1 en 2007, protagonizan un vídeo que está causando furor hoy en Youtube. Nos lo hemos encontrado en el canal de Marchettino, habitual 'caza-superdeportivos' de la red quien confesaba así su sorpresa al registrar el error del finlandés. "Cuando uno está siguiendo a una máquina como LaFerrari en manos de un piloto como Kimi, lo último que espera ver es una salida de pista como ésta después de un par de giros a Fiorano".

Así es, en ocasiones ni la máquina más precisa ni el piloto más laureado pueden evitar un espectacular trompo como el que os mostramos a continuación. Desde luego, el deportivo híbrido de Ferrari, con motor V12 y 963 caballos de potencia, no debe resultar nada sencillo de conducir al límite, pero basta con apreciar detenidamente las imágenes, para comprobar como Kimi provoca a propósito al tren trasero en busca de una derrapada que –eso sí– le salió un poco más espectacular de la cuenta.

Afortunadamente, el finlandés demostró su gran control con el coche, realizando un trompo con excursión por la hierba incluida, que se saldó sin mayores consecuencias. Raikkonen devolvió el LaFerrari a pista rápidamente y completó algún giro más en Fiorano, aunque aún no conocemos aún el tiempo que marcó. El récord actual está en manos del Ferrari F12 Berlinetta que completó un giro en 1' 23'' después de pasar por las manos deAlonso y Massa. La teoría dice que con un LaFerrari se puede hacer más rápido sin embargo la práctica que conocemos hasta el momento es esta:

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Lettermark
Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.