La crisis económica ha dejado en claro fuera de juego a los coches oficiales, lujosos y opulentos modelos que han pasado en poco tiempo de ser el último grito a engrosar la lista de suculentas subastas. El Parque Móvil del Estado estaba próximo a los 1.200 vehículos en el año 2007 y desde entonces, hasta ahora esta cifra ha ido recordándose paulatinamente. Zapatero suprimió unos 300 vehículos y Rajoy ya tiene presupuestado hacer lo mismo con otro centenar para que sólo queden 775 vehículos oficiales en 2013.

La reducción de estos vehículos que ha llevado a cabo la Admistración central afecta a la flota que gestiona el PME, la Dirección General de Tráfico (DGT) y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como determinados miembros del Tribunal Supremo, el Constitucional, la Audiencia Nacional o el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Además, a este adelgazamiento hay que añadir la que se ha realizado en las autonomías, donde los coches no han corrido la misma suerte que algunas infraestructuras que se mantienen abiertas todavía hoy, como los aeropuertos.

En lo referente al Parque Móvil también se ha dado a conocer que no habrá más compras y eso que medios como La Razón, aseguran que “la flota tiene una buena cantidad de kilómetros a sus espaldas y la edad media supera los 11 años en el caso de los blindados y los ocho en el resto”. El stock resultante irá directo a las subastas, donde suele alcanzar un valor un 20% inferior al real. Según fuentes no oficiales, la primera contará con 54 de estos vehículos y está prevista para el próximo día 5 de noviembre. Podéis haceros una idea del valor que alcanzan estos coches en webs especializadas como Autorola.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.