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Cuando el mercado de coches de segunda mano atraviesa un periodo como el actual, digamos, delicado, muchos interesados en cambiar de vehículo o ampliar su garaje miran hacia las subastas. Un universo complejo que quizá no sea para todos los públicos, pero quienes se mueven dentro de él con arte acostumbran a encontrar verdaderas gangas.
El Estado Español, a través de los órganos competentes de la Administración Pública o, a veces, también en colaboración con empresas especializadas, es uno de los mayores subastadores de nuestro país. No en vano, cada poco tiempo surgen grandes subastas de vehículos tanto de las flotas propias como de los decomisados a delincuentes.
Coches decomisados por la Policía a narcotraficantes
Una de estas últimas es la que está llevando a cabo el Ministerio de Sanidad quien, a través de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional Sobre Drogas, ofrece un total de 237 lotes incautados a narcotraficantes procesados, de los cuales una inmensa mayoría consisten en vehículos y maquinaria. Y entre ellos hay buenas oportunidades para más de un aguerrido mecánico de fin de semana.
A diferencia de las subastas habituales del Estado (que suelen ser presenciales y con pujas secretas), esta subasta es online y es posible pujar de manera individual por el vehículo o vehículos que nos interesen.
¿Y qué nos podría interesar? Por ejemplo, un SUV compacto como un Land Rover Freelander de segunda generación, cuya puja está actualmente en los 600 euros. Si queremos algo todavía con más capacidades todoterreno podemos optar por un Suzuki Grand Vitara de 2004 que figura a 700 euros o, ya apretando un poco más el presupuesto, interesarnos por un Hyundai Terracan de 2005 desde 1.260 euros o un robusto Nissan Pathfinder de 2006, este último a partir de 1.600 euros.
Pero, sin duda, las dos grandes estrellas de esta subasta son el Chevrolet Corvette C5 Targa de 1999, cuya puja ya va por 11.501 euros, y el Mercedes-Benz 170 S de finales de los años cuarenta, con matrícula histórica y una puja de 15.000 euros. A pesar del gran interés que ambos han suscitado, el valor de sus pujas todavía está muy por debajo de sus cotizaciones en el mercado actual, por lo que son las dos piezas que más merecerían la pena desde el punto de vista del coleccionismo.
La ficha de cada coche incluye, además de sus datos básicos, un buen compendio de fotografías y vídeos, lo cual es muy útil para hacernos una primera idea bastante aproximada de su estado. Porque en este tipo de subastas, cada coche se vende tal cual al ganador de la puja, a través de la web especializada Escrapalia,
Asimismo, ganar una de estas subastas es sólo el comienzo de una aventura cuanto menos curiosa, ya que el agraciado deberá desplazarse en persona hasta el lugar donde está almacenado el vehículo y llevárselo por sus propios medios, asumiendo todos los imprevistos que puedan surgir en el proceso, que pueden ser unos cuantos. De ahí que al principio te dijéramos que esta modalidad no es para todo el mundo pero, si tienes alma de aventurero, adelante con ello.
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Especializado entusiasta en motor, competición, historia y técnica del automóvil. Eterno aprendiz, también, en el novedoso sector de la movilidad sostenible. Licenciado en Periodismo con varios años de experiencia en esto de hablar sobre las cuatro ruedas.
