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Con motivo del Salón del Automóvil de Paris se presentaba la tercera generación del Hyundai i30, un modelo que llegaba acompañado de un nuevo lenguaje de diseño que se extendería posteriormente a otros productos de la compañía. Cuatro años más tarde, el compacto coreano se actualizaba con importantes mejoras estéticas, mecánicas y tecnológicas para así seguir compitiendo en un segmento realmente apretado. Ahora, introduce una nueva actualización con la que resistir estos últimos años de vida comercial.
Retoques estéticos y más tecnología
Disponible en tres carrocerías, el i30 apuesta por pequeños cambios visuales tanto en el exterior como en el interior, con una importante revisión tecnológica que le permita mejorar en conectividad y seguridad. Estéticamente, las modificaciones son sutiles pues Hyundai cambia el patrón tanto de la parrilla como de la entrada de aire central del paragolpes, al tiempo que el área de los faros antiniebla experimenta un rediseño. En la parte trasera, por su parte, aparece un inserto cromado en el paragolpes.
Las luces y pilotos con tecnología led ahora se ofrecen de serie y aparece un nuevo juego de llantas de 16 pulgadas, sin olvidarnos de siete nuevos colores exteriores. Estos son los denominados Abyss Black Pearl, Ecotronic Grey Pearl, Ultimate Red Metallic, Jupiter Orange Metallic, Meta Blue Pearl, Cypress Green Pearl y Sailing Blue Pearl. El acabado N Line recibe nuevas rejillas más agresivas para la parrilla, entradas de aire laterales modificadas en el paragolpes delantero y un nuevo faldón laterales con inserciones de metal oscuro. Además, se ofrecen nuevos diseños de llantas tanto de 17 como de 18 pulgadas.
De puertas para dentro, Hyundai aplica una pintura especial al salpicadero con el objetivo de hacerlo más agradable y suave al tacto, mientras que la consola central se ha pintado en negro brillante. Los asientos presumen de cuatro nuevas tapicerías y tres nuevos patrones de diseño, entre los que destaca uno con líneas horizontales en el respaldo. Otras novedades incluyen un cuadro de instrumentos digital de 10,25 pulgadas (el de serie es un grupo LCD de 4,2”), tres puertos de carga USB tipo C en la parte delantera y trasera, así como actualizaciones de mapas online, nuevas luces led para el maletero y el habitáculo, sin olvidarnos de los sensores delanteros y traseros de estacionamiento.
Seguridad mejorada y mismas mecánicas
Por otro lado, el actualizado i30 completa su gama de asistentes y ayudas a la conducción con la inclusión de serie de los asistentes de colisión frontal (FCA), de seguimiento de carril (LFA) y de límite de velocidad (ISLA), además de la alerta de ocupante trasero (ROA). De forma opcional, el usuario puede optar por el asistente de conducción en autopista y el FCA se puede complementar con una función de detección de obstáculos al girar en los cruces.
Hyundai no menciona nada sobre el apartado mecánico, así que suponemos que seguirá ofreciéndose con las motorizaciones de gasolina actuales. Estas se basan en un bloque atmosférico de 1.5 litros con 110 CV; las unidades turboalimentadas mild-hybrid de 1.0 y 1.5 litros, con 120 y 160 CV, respectivamente; con el motor 2.0 T-GDI de altas prestaciones llamado a desaparecer este mismo verano con el cese de producción del Hyundai i30 N.
Está previsto que la producción del actualizado i30 comience este mes de abril en la planta de producción de Hyundai en Nošovice, República Checa. Por ahora se desconocen los precios para nuestro mercado.
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta