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Si has leído el nombre de Peter Sellers sabiendo quién fue (de lo contrario, difícilmente habrías llegado hasta aquí), sentimos decirte que hace tiempo que no estás en la onda de la juventud. Pero peor para ellos, porque el añorado actor británico es sin duda uno de los mejores intérpretes cómicos en la historia del cine.
Su extraordinaria capacidad para hacerse el tonto delante de las cámaras, sobre todo cuando encarnaba al desternillante inspector Jacques Clouseau a la búsqueda de la Pantera Rosa, se veía reemplazada fuera de los rodajes por un espíritu de playboy al más puro estilo de su tiempo, del amor libre de los años sesenta a la psicodelia de los setenta, disfrutando con cada fiesta y acaparando el centro de atención cada vez que la british beautiful people se juntaba en el club londinense de moda.
Un estilo de vida para el cual Sellers, como reconocido sibarita, sólo quería rodearse de lo mejor. Y eso, claro, también incluía los coches. Así en plural, porque Sellers también era famoso en sus círculos personales por cambiar constantemente de montura. La única excepción, por así decirlo, fue un Bentley S2 Continental Drophead Coupé de 1960 que adquirió en 1961 y que, el próximo 13 de marzo, será la pieza estrella de la subasta de H&H Classics en el Imperial War Museum de Duxford.
Tan único como él mismo
Se dice que las mascotas se parecen a sus dueños, y con coches como éste podríamos decir que sucede lo mismo. Según relata su ficha en la web de H&H Classics, este S2 Continental Drophead Coupé de 1960 conserva adecuadamente su carrozado original firmado por el artesano Park Ward, siendo uno de los únicos 60 ejemplares que existen con esta configuración y volante a la derecha.
Y por si cabía alguna nota más de exclusividad, el coche también preserva las modificaciones que Sellers encargó cuando lo compró de ocasión en 1961, siendo la más destacada la extraña configuración de las ópticas bifaro que mandó instalar y que transforma el frontal monofaro original de los S2 Continental en algo más parecido a un Rolls-Royce Silver Cloud de su misma época.
Dotado con un motor V8 de 6,23 litros y transmisión automática de cuatro relaciones, su velocidad máxima cercana a los 200 km/h convertía al Bentley en un coche ciertamente rápido, pero como mejor lo podía aprovechar Sellers era circulando despacio y con la capota bajada, para que todo el mundo se percatara de su presencia. Y así lo hizo durante los casi cinco años que lo tuvo entre 1961 y 1965, convirtiéndose en el automóvil que más tiempo duró en su posesión. Todo un hito para alguien como él, de quien sus compañeros llegaron a decir que cambiaba más de vehículo que de ropa interior.
H&H Classics prevé un precio de venta entre las 120.000 y las 150.000 libras esterlinas, entre 140.285 y 175.356 euros al cambio. Una joya única, original, en un razonable estado de conservación y que, como suele ser habitual en este tipo de lotes, viene acompañado por una fotografía dedicada del actor y material promocional de muchas de sus películas y programas de televisión.
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Especializado entusiasta en motor, competición, historia y técnica del automóvil. Eterno aprendiz, también, en el novedoso sector de la movilidad sostenible. Licenciado en Periodismo con varios años de experiencia en esto de hablar sobre las cuatro ruedas.
