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Brabus lo ha vuelto a hacer. Ha conseguido salirse de lo normal con su buggy extremo 900 Crawler. En una época en la que sólo hablamos de electrificación, el preparador presenta este concepto de TT extremo para conmemorar su 45 aniversario. Ha sido creado sobre un chasis propio (un hito en la compañía) y con capacidad para transportar a cuatro pasajeros. No puede circular por carretera al concebirse única y exclusivamente para el trato más salvaje en el desierto, dunas incluidas.
La estructura del 900 Crawler utiliza un bastidor tubular hecho de acero de alta resistencia, pintado en rojo. Unos ejes específicos, la amortiguación de altura variable y unos neumáticos específicos permiten a este vehículo tener una distancia al suelo máxima de 53 centímetros. “Los soportes de la suspensión están diseñados para una máxima resistencia y se adaptan a los cuatro ejes, que fueron diseñados específicamente para este superdeportivo. Este tipo de diseño eleva la posición de motor, transmisión, diferenciales y semiejes, elementos que en suma han tenido que adaptarse a la diferencia de altura respecto a un Clase G tocado por Brabus. Todos esos componentes se fresan a partir de piezas de aluminio de alta resistencia. Esto incluye los extremos de las ruedas, todos los brazos de control, el subchasis integral de la suspensión independiente en el eje delantero y la carcasa del eje de viga en la parte trasera”.
Los componentes mecánicos quedan protegidos por una carrocería de carbono.
Ficha técnica
- Longitud: 4,62 metros
- Anchura: 2,10 metros
- Altura: 2,33 metros
- Peso: 2.065 kilos
- Propulsor: V8 biturbo, 900 caballos a 6.200 revoluciones
- Caja de cambios: Automática de nueve marchas
- Par motor: 1.250 Newton/metro a 2.900 revoluciones; limitado electrónicamente a 1.050 Newton/metro
- Tracción: permanente a las cuatro ruedas
- Capacidad de arrastre: 3.200 kilos
- Depósito de combustible: 100 litros
- Aceleración de 0 a 100: 3,4 segundos
- Velocidad máxima limitada electrónicamente: 160 kilómetros/hora
Brabus 900 Crawler - Fotos
Máxima exclusividad
El propulsor es de origen Mercedes-AMG, pero convenientemente retocado para elevar la potencia hasta los 900 caballos. Entre las mejoras llevadas a cabo por los ingenieros están los dos turbocompresores, a los que se les ha elevado la presión de sobrealimentación, unos pistones forjados de 84 milímetros, cambios en la centralita, un cigüeñal más ‘duro’ y un escape que cuenta con una válvula de descarga. Este deportivo corazón va encapsulado con una tapa de carbono de color rojo. La caballería del Crawler se transmite al suelo a través de una caja de cambios automática de nueve velocidades con levas tras el volante y una tracción integral permanente. Otros elementos de interés son los frenos, con discos de 400 milímetros delante y 370 milímetros detrás, las llantas de 20 pulgadas y el alerón posterior.
El ‘parco’ interior está tapizado a mano en cuero rojo. La jaula antivuelco da consistencia al habitáculo, ya que no hay puertas ni ventanas.
El techo es de fibra, protege a los ocupantes del sol y en su cara interna hay salidas de ventilación para los ocupantes de las dos plazas de atrás. En la exterior se encuentran dos tiras de led que complementan a los faros de led. Cuenta con sistema multimedia que opcionalmente puede llevar mapas de zonas off road.
Sí trae de serie un sistema de comunicación a bordo entre los ocupantes, compuesto por unos cascos con micrófono para poder charlar. Desde Brabus matizan que también se pueden usar de otras firmas.
¿Una locura sólo al alcance de jeques?
El Brabus 900 Crawler tiene un precio de salida en Alemania de 749.000 euros, IVA al margen, por lo que estaríamos hablando de un PVP real de casi 900.000 euros. Un importe muy similar al de otras preparaciones de la compañía y de las que te hemos hablado en otras ocasiones, como el 900 Rocket Edition y el 800 Adventure XLP Superblack.
Según se desprende del comunicado oficial, el 900 Crawler tendrá una producción limitada a 15 unidades. Desconocemos si están todas vendidas, aunque es muy probable. Sí se sabe que la producción durará tres años, a razón de cinco coches fabricados por cada uno de ellos.
Carlos es periodista experto en coches y automoción con una trayectoria en medios de comunicación de más de 16 años. Aterrizó en Car and Driver en 2007, donde su principal ocupación son las pruebas de producto, que muestra a la audiencia a través de vídeos en Youtube y de extensos análisis en web y papel sobre las últimas novedades presentadas. Como apasionado del motor que es, también le podrás leer entrevistando a diferentes líderes del sector, dándote las últimas noticias relacionadas con la conducción y contándote las curiosidades más sorprendentes de las marcas más punteras.
Su extensa trayectoria también abarca trabajos en otros medios como El Mundo, Coche Actual y AutoScout24, e hizo sus pinitos en televisión en el programa de entrevistas “El Círculo Neox”, emitido en el canal homónimo de Atresmedia. Mucho antes de eso, prácticamente de niño, fue lector de Car and Driver, cuando la cabecera estaba dirigida por el piloto de Fórmula 1 Emilio de Villota, con quien tuvo la suerte de trabajar.
Dentro del grupo editorial Hearst España, Carlos ha escrito las secciones de motor de revistas como Qué Me Dices, Emprendedores y deViajes y, ahora lo hace día a día en Car and Driver y ocasionalmente en Esquire. Si no está en la oficina, lo encontrarás en un avión destino a cualquier parte del mundo con un único fin: conducir la última novedad del mercado, tenga pilas o no. ¡Ah! Y es ferviente defensor de los clásicos, aunque ya no tenga su Volkswagen Golf GTI mk3.
Gracias a su trabajo, ha tenido la suerte de correr con un Mercedes-AMG GT en Laguna Seca y ha hecho sus pinitos como piloto en el mítico Nordschleife a los mandos de un BMW M2. También ha conocido sitios tan exóticos como las montañas de Dhofar en Omán, que recorrió a bordo de un Audi RS 3 Sedán; la espectacular Isla de Vancouver, por la que viajó en un Porsche Panamera Sport Turismo; y las playas de Essaouira gracias al salvaje Ford Ranger Raptor.
