La llegada de la electrificación a la industria del automóvil tendrá muchas repercusiones. Una, al menos la que más peso tiene, es la reducción de la contaminación, pero hay otra que no será tan bienvenida, sobre todo entre los más fanáticos de los coches. Obviamente, tiene que ver con el adiós al motor de combustión y todo lo conlleva. Y no se salvará nadie, no habrá marcas que no adopten algún tipo de electrificación, a no ser, claro está, que apuesten por otro tipo de soluciones como el hidrógeno.

Ahora mismo la principal opción es la electricidad incluso para marcas como Dodge. La firma yankee es actualmente el mayor baluarte de los Muscle Car en activo, destacando por locuras tales como el motor Hellcat, por poner un ejemplo, pero dirá adiós al motor de combustión y se pasará a lo eléctrico. De hecho, dejará de fabricar sus Muscle car a combustión en el año 2024. En la industria del automóvil eso es casi mañana mismo. No obstante, como si ese adiós a la gasolina estuviera todavía muy lejos, han puesto en el mercado una serie de componentes de altas prestaciones para sus V8 bajo el nombre de “Direct Connection”.

Un elenco de piezas para extraer la quintaesencia de sus coches

Resulta bastante habitual entre los aficionados norteamericanos, potenciar sus coches con piezas oficiales o bien, con otras obtenidas en el mercado de los accesorios. En Estados Unidos se trata de toda una industria que mueve auténticas millonadas, teniendo en el SEMA la mayor feria del accesorio del mundo. Es casi una religión y los fabricantes se vuelcan ofreciendo una enorme variedad de piezas y preparaciones a cada cual más bestia y salvaje.

En el caso de la gama “Direct Connection” de Dodge, puedes tener una preparación sutil, o bien una bestia destruye neumáticos, lo que más rabia te dé. Este programa de componentes de alto rendimiento consta de dos paquetes: Tuner y Stage, que se pueden montar en el Dodge Challenger junto a un enorme catálogo de piezas que mejorar cosas como la aerodinámica o la estética.

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Dichas piezas, que se pondrán comprar a finales del primer trimestre de 2022, estarán disponibles a través de la red de distribuidores “Power Brokers”. Son más de 200 piezas las que componen el catálogo y ofrecerá a los propietarios de un Challenger Hellcat o un Challenger Redeye varias opciones bastante interesantes.

Se puede llegar hasta 1.014 CV con el bloque Hellephant

Puede que para el común de los mortales los Dodge Challenger Hellcat y Redeye sean más que suficiente tal cual salen de fábrica, pero todos sabemos que siempre hay quien quiere más. Para ellos, el programa Direct Connection tiene todo lo que puedan desear, ofrecido en diferentes niveles.

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Dodge

El primer escalón es el Stage 1, permite que el V8 de 6.2 litros del Challenger Redeye suba su poderío hasta unos nada despreciables 852 CV (de serie son 796 CV) y 958 Nm de par. En el caso de los Hellcat, la potencia pasa a 767 CV. El Stage 2 no sube excesivamente la potencia respecto a la primera etapa, pero sigue siendo una cifra respetable: 897 CV. Una barbaridad que no se logra con un simple aumento de la presión de sobrealimentación, hacen falta cosas como nuevas culatas y cilindros, cajas para el filtro con nuevo diseño, semiejes con 41 estrías y para poder pasar semejante cifra de caballos al suelo, hay ejes de transmisión más robustos o conjuntos de diferencial por nombrar algunas piezas.

Sin embargo, todavía hay más, porque Dodge ofrece diferentes opciones para su empleo en pistas cerradas. Se puede optar a un kit de carrocería, una transmisión de competición, asientos RaceTech, suspensiones de carreras, una gestión electrónica para el motor programable y además, habrá disponibles cinco motores Hellephant de 1.014 CV.

Todas las piezas que se hayan instalado mediante los Dodge Power Brokers, tienen garantía de 24 meses sin límite de kilometraje y los motores tienen garantía de tres años o 100.000 millas, lo que antes ocurra.