Tras la llegada de las primeras pruebas que muestran su potencial el Toyota GR Yaris ha comenzado a aparecer en otro tipo de pruebas. Es el momento al fin y al cabo de ponerlo frente a frente de las mayores referencias dentro del mundillo de los deportivos compactos, y si además con japoneses y de una marca rival como Honda aún mejor.
Hablamos, como no podía ser de otro modo, del Honda Civic Type R, que se convierte en este vídeo en el primer rival conocido del nuevo deportivo compacto de Toyota en esta drag race de Carwow. Una oportunidad perfecta para medir sus prestaciones ante todo un experto en su categoría, aunque ambos modelos escondan ciertas diferencias.
Dos japoneses con fórmulas distintas
Para empezar el Honda Civic Type R, como compacto que es, es algo más grande que el GR Yaris, y por tanto también algo más pesado con 1.380 kg. También es más potente con su motor cuatro cilindros turboalimentado de 2.0 litros con una potencia de 320 CV y 400 Nm de par máximo que van directos a las ruedas delanteras a través de una caja de cambios manual de seis velocidades.
Por contra el GR Yaris resulta ser, con 1.280 kg, hasta 100 kg más ligero que el Honda. Es menos potente con 261 CV y 360 Nm de par, también asociado a una caja de cambios manual de seis relaciones, pero cuenta con un importante aliado en este duelo a katanas, y no es otra cosa que su tracción a las cuatro ruedas, algo aún más determinante en una pista húmeda como la que se han encontrado los dos contendientes en este duelo.
Un duelo muy igualado
Es esa ayuda de sus cuatro ruedas, unido a su peso más liviano lo que puede compensar su déficit de potencia respecto al Type R y decantar la balanza en favor del modelo de Toyota. ¿Es suficiente para que este pequeño misil dé una lección a toda una leyenda como el modelo de Honda? Será mejor que lo compruebes por tí mismo.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.