El próximo 27 de abril se inicia la producción en la fábrica de Seat en Martorell y como medida preventiva la marca ha decidido hacer pruebas diagnósticas para detectar posibles casos de coronavirus.
3.000 test a la semana
Dado que el llamado test TCR es el más fiable desde Seat han optado por esta opción para sus 15.000 empleados. Se realizarán a un ritmo de 3.000 por semana y las pruebas ya han comenzado. Serán analizadas por un un laboratorio homologado por el Ministerio de Sanidad y la Generalitat de Cataluña, dirigido por el afamado Dr. Bonaventura Clotet. Este centró comprobará los test sin repercutir en la actividad de la sanidad pública.
Así lo explica el presidente de Seat y vicepresidente de Finanzas e IT, Carsten Isensee, “una vez superada la fase más dura del COVID-19, afrontamos la primera etapa de vuelta a la normalidad sin bajar la guardia. Es imprescindible aplicar medidas exigentes de salud y seguridad para garantizar que la reincorporación al trabajo se produce de forma totalmente segura. Con la decisión de Seat de invertir en el programa de test PCR, también ayudamos a las autoridades sanitarias a conocer el alcance de la pandemia”.
En este sentido el Dr. Bonaventura Clotet ha destacado que “realizar test a todos los empleados es la mejor manera de minimizar el contagio. Además, desde un punto de vista epidemiológico, es una gran oportunidad para enriquecer el conocimiento científico que tenemos del COVID-19 ya que la plantilla de Seat es una muestra amplia y representativa de la sociedad y sus resultados, anónimos y confidenciales, serán la base de un estudio científico en el ámbito del Comité Científico Seat Empresa Saludable”.
Fabricación paulatina
Recordemos que la marca reiniciará la producción el próximo lunes, 27 de abril, en las plantas de Martorell, Barcelona y Componentes. El regreso a la actividad se llevará a cabo de forma gradual para aplicar las medidas de salud y seguridad necesaria.
Durante las semanas del 27 de abril y del 4 de mayo, Martorell trabajará a un turno de producción en cada una de las tres líneas, en las que se fabrican el Seat Ibiza, Arona, León y Audi A1, a aproximadamente un tercio de la capacidad. En conjunto, se fabricarán durante las dos primeras semanas alrededor de 325 coches al día.
A partir del 11 de mayo, ya trabajarán dos turnos de producción en cada una de las líneas, también a un tercio del volumen habitual, lo que permitirá fabricar unos 650 coches diarios. Seat prevé regresar al ritmo de producción previo a la crisis a partir de junio, según la evolución del COVID-19 y sus efectos en la actividad comercial.
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