A la hora de salir con la máxima aceleración desde parado uno de los grandes aliados es la tracción a las cuatro ruedas, presente en varios de los compactos deportivos más potentes del momento. Sin embargo, otros como el BMW M2 Competition sigue siendo fiel a la propulsión y toda la energía de su propulsor turboalimentado de seis cilindros se envía únicamente al tren trasero. Pero, ¿cuál es la diferencia entre utilizar un sistema u otro en una pista mojada?
Duelo sobre mojado
Para comprobarlo, los chicos de Carwow se han dirigido hasta su habitual lugar de celebración de las drag races que te solemos mostrar y han alineado a tres rivales para medirse al citado M2. Estos son los Mercedes-AMG A 45 S, Audi RS 3 y Volkswagen Golf R. Si hablamos de rendimiento y números, los dos primeros pueden competir entre sí, algo que no parece suceder con un Golf que en su variante más prestacional aún está lejos de sus rivales. No obstante, su presencia en la pista siempre es una buena referencia.
Si comenzamos con él, estamos ante un compacto deportivo que recurre a un bloque de cuatro cilindros turboalimentado para arrojar sobre el asfalto un total de 300 caballos de potencia y un par máximo de 400 Nm. La unidad de 2.0 litros se asocia a una caja de cambios automática de doble embrague con siete relaciones, la cual traslada toda la energía a un sistema de tracción total.
Por encima del Golf R se sitúa un primo hermano suyo, es decir, el Audi RS 3. Este modelo abandona el típico motor tetracilíndrico que se encuentra en la mayoría de los compactos deportivos actuales para dar paso a un sugerente bloque de cinco cilindros en línea. Gracias al pistón adicional y a una cilindrada de 2.5 litros, este propulsor ofrece un total de 400 caballos y un par máximo de 480 Nm. Va asociado a una caja automática idéntica a la del Volkswagen y al conocido sistema de tracción quattro.
Un 'cohete' de cuatro cilindros
El Mercedes-AMG A45 S, por su parte, presume de tener el bloque de cuatro cilindros turboalimentado de 2.0 litros más potente del planeta. En esta versión más deportiva es capaz de ofrecer nada menos que 421 caballos y un par motor de 500 Nm, digeridos por una transmisión automática de doble embrague y ocho velocidades. Como no podía ser de otra forma, la tracción total también está presente.
Llegados a este punto, ¿dónde se colocará el M2 con sus 410 CV y 550 Nm? Solo hay una forma de comprobarlo…
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta
