Una reciente denuncia de la AEA, la asociación de Automovilistas Europeos Asociados señala que algunos radares están poniendo multas que son ilegales al no haber fijado en su programación que el límite de velocidad genérico de 90 km/h puede ser rebasado en 20 km/h por turismos y motocicletas cuando éstos adelanten a otros vehículos que circulen a menos de los 90 referidos. Esta circunstancia permitiría alcanzar una velocidad de hasta 109 sin cometer infracción alguna.
¿Dónde están?
Según recuerdan desde esta asociación, el artículo 51 del Reglamento General de Circulación permite rebasar la velocidad máxima permitida al realizar un adelantamiento en las carreteras convencionales que no discurran por un entorno urbano. El problema está en que la DGT no ha tenido en cuenta este factor en la programación de los radares de tramo citados, los que están en las carreteras convencionales. AEA pone algunos ejemplos de esta situación:
- N-122 (Zamora): kilómetro 479,9 (sentido creciente).
- N-630 (León): kilómetros 132 (sentido decreciente) y 137,5 (creciente).
- N-320 (Guadalajara): kilómetros 259,1 (decreciente) y 264.1 (creciente).
- N-430 (Albacete): kilómetro 486,5 (decreciente).
Según la DGT existen en España 84 radares de tramo. El más activo durante los primeros seis meses de 2019, según los datos de AEA, fue el situado en el kilómetro 49,2 de la AP-6, en Madrid, que denunció a 28.551 conductores, con un incremento de multas del 526% respecto de las impuestas en el mismo periodo de 2018.
¿Cómo funcionan?
Su funcionamiento es sencillo. Tienen dos cámaras de visión artificial infrarrojas situadas una al comienzo y otra al final de cada unos de los carriles del tramo que controlan. Estas graban la matrícula de los vehículos que pasan por el punto inicial y vuelven a captarlos cuando rebasan el punto final. Entonces un ordenador calcula el tiempo que ha tardado en recorrer la distancia controlada el vehículos y su velocidad media. Cuando se detecta que la velocidad ha sido superior a la permitida el sistema remite las fotografías (de entrada y salida) al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas de la DGT, en León, para que tramite la denuncia y se la remita por correo al titular del vehículo a fin de que identifique al conductor infractor.
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