Te convenza o no el hecho de que Ford planea hacer un SUV inspirado en el Mustang, mucha gente espera con cierta expectación lo que saldrá de todo esto cuando el esperado modelo se desvele el próximo 17 de noviembre. Si eres uno de ellos debes saber sin embargo que ya hay un Mustang SUV en las calles, y además desde hace ya algún tiempo. De hecho está disponible para comprar a un precio muy interesante, aunque desde luego no es ni mucho menos lo que esperábamos.
El auténtico precursor
Se trata de un Mustang Fasback de 1965 normal y corriente pero con una generosa altura libre al suelo, debido a que cuenta con el chasis de un Ford Bronco del 73, acompañado del famoso motor V8 302 de Ford. Una curiosa combinación que no sabemos cómo se sentirá a nivel dinámico, aunque seguramente, sobre el papel, garantice un rendimiento fuera de carretera mejor que el que pueda llegar a ofrecer el futuro modelo de Ford.
Sin embargo el problema principal de esta unidad salta a la vista: El óxido se lo está comiendo por todos lados. Y es que este Mustang se encuentra en un estado bastante lamentable del que no se salva su interior, ni tampoco su maletero, de hecho cuenta ya con un largo número de agujeros en su carrocería.
Disponible por solo 3.600 euros
¿El precio de este curioso experimento casi abandonado a su suerte? Unos 4.000 dólares. Un precio quizás algo elevado para un modelo de en estas condiciones, aunque no se puede negar que la idea y como habría llegado a funcionar en mejores tiempo es tan intrigante como para que alguien con mucho tiempo y ganas se piense lanzarse a la aventura.
El modelo disponible para su venta a través de Facebook Martketplace se encuentra cerca de Detroit. En este anuncio se puede comprobar desde muchos otros ángulos el estado del vehículo por si te lo estás pensando, acompañado de una descripción algo optimista del vendedor que ante todo asegura que aún sigue funcionando.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.
