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Aunque las ventas de automóviles diésel ya no son predominantes en nuestro mercado como sucedía años atrás –véase los coches más vendidos en España del 2021–, este tipo de motorizaciones todavía goza de bastante aceptación por parte de muchos conductores y además, los últimos avances tecnológicos han permitido hacerlos más eficientes y limpios que nunca. Parte de este éxito se debe al sistema SCR que permite convertir los óxidos de nitrógeno (NOx) en agua y nitrógeno (sin los óxidos) mediante un aditivo clave: el Adblue.
Actualmente, la práctica totalidad de los vehículos diésel que se comercializan en nuestro mercado incluyen esta tecnología SCR y por tanto, utilizan AdBlue. De hecho las últimas cifras señalan que en España cada año se han ido incorporando unos 250.00o usuarios nuevos de este producto que se suman a los ya existentes.
AdBlue, un básico en los nuevos diésel
Aunque ya resulta bastante habitual ver en las gasolineras este producto y que la demanda crece exponencialmente, todavía existen muchas dudas sobre este aditivo. Desde GreenChem, compañía especializada en la producción y distribución de AdBlue, nos han ayudado a responder algunas de ellas. A ellos les hemos formulado las seis preguntas básicas sobre el AdBlue, el aditivo de los diésel.
1. ¿Qué es y para qué sirve?
El AdBlue es un líquido incoloro e inodoro que tampoco es inflamable ni tóxico, ya que está compuesto por agua desionizada con un 32,5% de urea. Esta composición es la que se emplea en vehículos diésel con tecnología SCR para atrapar las partículas. Hoy en día, todos los motores diésel que salen al mercado cuentan con este sistema. Dicho líquido se inyecta en el catalizador, donde produce una reacción química que convierte el óxido de nitrógeno tóxico (NOx) en nitrógeno y vapor de agua, gases inocuos para el medio ambiente, tal y como exige la norma Euro 6. Aunque nos puede parecer muy reciente, lo cierto es que se aplica en camiones y autobuses desde 2004, con la entrada en vigor de la normativa Euro 4.
2. ¿Cuánto dura?
Depende del modelo del coche y el tipo de conducción, aunque como regla general los coches diésel que incorporan un depósito de Adblue en la actualidad disponen de entre 15 y 20 litros. Para que te hagas una idea, el consumo medio es de un litro cada 1.000 kilómetros, así que todo depende de cómo circulemos, el tipo de vía y el coche que manejemos, pero cada depósito de Adblue debería garantizar una autonomía de entre 10.000 y 15.000 kilómetros.
En la mayoría de los casos el coche nos avisa con antelación de que se va acercando el momento de rellenar el Adblue. Normalmente, disponemos de 2.000 kilómetros de anticipación antes de que la solución se agote. En este momento será cuando el vehículo comenzará a avisar de ello. Una situación que seguramente hayan vivido algunos de los propietarios de los coches diésel que menos consumen del mercado.
3. ¿Qué pasa si me quedo sin AdBlue?
Lo normal es que el coche advierta con antelación, como decíamos, pero si aun así un conductor despistado deja el depósito vacío, ¿qué sucedería entonces? En primer lugar, debemos saber que en la mayoría de los casos si el motor está en funcionamiento no se detendrá pero al apagarlo, no arrancará. Por eso, siempre es más que recomendable llevar un bidón de suministro de emergencia en el vehículo, como este que te recomendamos aquí y que puedes comprar online.
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En otros casos, el motor seguirá funcionando pero lo hará con un rendimiento limitado hasta que vuelva a llenarse el depósito. Además, cabe tener en cuenta que circular sin este aditivo supone que las emisiones contaminantes no se neutralicen, por lo que, en todos los casos, el medioambiente sale perdiendo. Eléctricos, híbridos, diésel y gasolina: así contaminan.
4. ¿Cómo y dónde repostar?
A pesar de que pueden encontrarse envases de 5 y 10 litros en grandes almacenes, supermercados, tiendas de estaciones de servicio o comercio online, también puedes hacer un repostaje a granel en ruta, si das con una gasolinera adecuada, claro. Cada vez hay más estaciones que ofrecen dispensadores para turismos, y cada vez son más los conductores que hacen uso de estos. Existen plataformas que permiten localizar las estaciones más cercanas a tu ruta, como la app Adblue4you que te pueden ser útiles en este sentido aunque a nivel de precio, lo normal es que te cobren unos 0,75 euros por litro.
5. ¿Qué pasa si me equivoco de depósito?
El depósito de AdBlue es fácilmente reconocible, puesto que es independiente, tiene el tapón azul y suele estar al lado de la boca de llenado del diésel. Algunos turismos, sin embargo, tienen el compartimento en el maletero o en el motor, aunque cada vez es menos habitual.
Si aun así se llena por error el depósito incorrecto, es importante no arrancar el motor dado que una sola gota de diésel lo contaminará, por lo que se interrumpe el funcionamiento del sistema, lo que podría conllevar daños al motor. En tal caso, lo mejor es ponerse en contacto con el seguro de nuestro coche en caso de que tengas asistencia en carretera y posteriormente con el fabricante del coche, ya que podría necesitar una sustitución de algunos componentes. Las 12 reparaciones de coches más comunes: toma nota.
6. ¿Qué marca elijo?
Lo único importante en este sentido es que el Adblue que elijas cumpla con la norma de calidad ISO 22241 otorgada por la Sociedad Alemana de la Industria Automovilística (VDA). Según unos parámetros de calidad para la producción, el transporte, almacenamiento y la comercialización los productores de Adblue obtienen esta certificación y sin ella por supuesto, no hay garantías, pero tampoco pueden denominar este producto como tal.
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Periodista especializado en movilidad en todas sus variantes: coche, moto, bicicleta, patinete eléctrico... y no siempre por este orden, dado que la forma en la que nos desplazamos está cambiando. Más de 20 años de experiencia en el mundo del automóvil y en constante adaptación en un sector que no deja de generar noticias.
