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Pagani vuelve a la carga. Tras presentar en el 2020 una de sus creaciones más salvajes, el Imola, ahora le ha tocado el turno a su variante descapotable. Una máquina totalmente homologada para ser conducida por la calle, aunque su técnica y aerodinámica bien podrían pasar por ser las de un coche de competición. La nueva edición limitada de la división Grandi Complicazioni del fabricante italiano promete dejar el listón muy alto y ofrecer unas sensaciones al volante difíciles de replicar.
Puras sensaciones
Para su creación, Pagani ha recurrido a la técnica del Huayra Roadster BC y los principios aerodinámicos del Huayra R, creando el “descapotable de mejor rendimiento que jamás haya creado la marca”. Sus cifras son imponentes y su diseño hará que cualquiera gire la cabeza a su paso, deleitándose con el maravilloso sonido del motor V12 que se esconde bajo una carrocería sumamente ligera que permite frenar la báscula en apenas 1.260 kilos en vacío. Por ello, la firma italiana se ha asegurado de que los 600 kilos de carga aerodinámica a 280 km/h sean suficientes como para garantizar un “comportamiento seguro y fiable en cada situación”.
El encargado de impulsar a esta bestia es un propulsor V12 de 6.0 litros, diseñado específicamente por Mercedes-AMG para Pagani, que entrega nada menos que 850 caballos de potencia y un par máximo de 1.100 Nm. El encargado de emanar los gases de escape al exterior es un sistema de titanio compuesto por seis salidas, mientras que una transmisión secuencial de siete velocidades firmada por Xtrac es la responsable de poner toda esa energía sobre el asfalto, siendo el eje trasero el único al cargo de la propulsión. No sabemos cuanto tiempo necesita para alcanzar los 100 km/h, pero sí que su velocidad máxima está autolimitada a 350 km/h.
Pagani dice que ha instalado cuatro flaps independientes para compensar el balanceo en las curvas y el cabeceo en las frenadas, un sistema que trabaja en sinergia con la suspensión activa de doble horquilla fabricada en aluminio, con amortiguadores controlados electrónicamente. Para detener a esta bestia, el Imola Roadster cuenta con un equipo de frenos Brembo, con discos delanteros de 398 milímetros y pinzas de seis pistones, mientras que el tren trasero se conforma con unidades de 380 mm y pinzas de cuatro pistones. En cuanto a los neumáticos, Pagani se decanta por unos Pirelli P Zero Trofeo RS en medidas 265/30 R20 delante y 355/25 R21 detrás. Estos son los grandes responsables de los 2,2 G de aceleración lateral que puede alcanzar el coche.
Al igual que muchas otras creaciones de la firma italiana, la producción de esta máquina estará muy limitada ya que únicamente se fabricarán ocho ejemplares en todo el mundo. No sabemos cuál será su precio, aunque es fácil imaginarse una cantidad próxima a los cuatro o cinco millones de euros.
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta
