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Rolls-Royce le ha cogido el gusto a eso de crear piezas aún más exclusivas que su gama corriente a través de su exclusivo departamento de coachbuilt, una suerte de filosofía de carrocero tradicional de inicios del siglo XX. Así en los últimos tiempos Crewe nos han ofrecido joyas de lo más exclusivas como el Rolls-Royce Sweptail, en 2017, un fastback de dos puertas que se parecía mucho al Wraith pero estaba basado en el Phantom y luego llegó el Rolls-Royce Boat Tail, una lujosa lancha con ruedas en forma de coupé de cuerpo cónico sin techo y con puertas de mariposa cubiertas con chapa de madera de Caleidolegno sobre el compartimiento de equipajes, desde el cual se podía desplegar una sombrilla, y que aún hoy está considerado -dentro de lo conocido- como el coche nuevo de producción más caro del mundo con su precio de 23 millones de euros.
Ahora esta saga continúa con la última creación ultraexclusiva de Rolls-Royce: el Rolls-Royce Droptail. Se trata de un roadster biplaza con un motor V12 biturbo de 600 CV y cuerpo totalmente nuevo que se acaba de descubrir en la Monterey Car Week, y que Rolls-Royce ha presentado como el "pináculo absoluto" de la marca.
Aerodinámico y exclusivo hasta en su chasis
Como otros modelos de la marca este Droptail tiene cierta inspiración náutica, y también según la marca tiene inspiración en modelos como el Rolls-Royce Silver Ghost 'Sluggard' de 1912, el Rolls-Royce Phantom Brewster New York Roadster de 1930 y el Rolls-Royce Silver Ghost Piccadilly de 1925. Pero a pesar de lo que pudiera parecer es un coche totalmente nuevo no basado en ningún otro Rolls-Royce actual. Es más pequeño que un Spectre y luce un diseño muy aerodinámico comenzando por su frontal con faros delanteros finos y la tradicional parrilla de Rolls-Royce más corta y sutil. Aunque lo más llamativo sin duda es su estilizada trasera, con un final afilado y con un spoiler flotante que no se parece a nada visto anteriormente en la casa británica.
De hecho el Droptail no es solo un Dawn o un Wraith con diferentes paneles de carrocería. Es un coche totalmente nuevo incluso desde el mismo chasis. Hasta el pilar B delantero, se utiliza acero para soportar el tren motriz y las puertas. Pero después del pilar B, el chasis es todo de fibra de carbono, con tres secciones unidas entre sí. De hecho los paneles de los cuartos traseros son las piezas de fibra de carbono más grandes jamás creadas por Rolls-Royce.
Para la cabina Rolls ha adoptado un enforque minimalista con únicamente tres botones a la vista en el tablero, lo cual según explican ha requerido de cuatro años de desarrollo. A cambio esta ausencia de botones ha permitido añadior una única pieza de madera maciza que va desde la zona del conductor a la del copiloto.
Bajo el capó el Rolls-Royce Droptail esconde un motor V12 biturbo de 6.75 litros ya conocido en la casa británica, pero que aquí ofrece unos 600 CV y 840 Nm de par máximo, ganando de esta forma 30 CV adicionales, un aumento de potencia que hasta ahora no se había buscado en un proyecto coachbuilt. Eso sí la caja de cambios sigue siendo la misma de modelos como Wraith y el Dawn, una caja automática de 8 velocidades.
Saluda a La Rose Noire
Rolls-Royce señala que su plan es construir únicamente cuatro Droptails, cada uno con un aspecto distinto que busca contar "una historia única y personal que refleja la ambición, las visiones y los patrones de gusto de su cliente encargado". El primero mostrado de esos cuatro que llegarán, que puedes ver en estas imágenes y que de hecho se ha dejado ver en persona en The Quail , se llama La Rose Noire y se inspira en un tipo de rosa por el que los propietarios encargados tienen una predilección particular.
Es por eso que este modelo destaca por sus tonos rojo y negro con reglejos en rojo oscuro. Por su parte en el interior, se utilizan 1603 piezas de revestimiento de madera de sicómoro negro para crear un diseño que sugiere pétalos de rosa esparcidos por el viento. Un reloj Audemars Piguet (también diseñado a medida) está también presente en el salpicadero, e incluso se puede quitar y usar, y para rematar encontramos un compartimento de refrigeración especial para guardar botellas de champán del propio viñedo de los clientes.
No hay información sobre el precio de este u otros Droptail, pero dado que los Rolls-Royce de esta liga tan exclusiva se han situado entre los coches nuevos más caros del mundo rondando los 20 millones de euros, podemos dar por hecho que este modelo no se va a quedar atrás en ese aspecto.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.
