Era tan indeseable como inevitable. Una de las berlinas más lujosas y sofisticadas del mercado se despide aunque como no podía ser de otra forma lo hace así, a lo grande. El Bentley Mulsanne 6.75 Edition by Mulliner será el último modelo de este tipo que salga de la cadena de montaje de Crewe, en Inglaterra y solo existirán 30 unidades del mismo en todo el mundo.
Un adiós doble
En palabras de la propia marca, es "la despedida adecuada de una obra maestra de la ingeniería" y lo cierto es que no exageran porque no solo el Mulsanne dice adiós, también hace lo propio el propulsor de 6.75 litros que se esconde bajo su capó. Hablamos de un V8 que respeta una arquitectura que ha acompañado a la marca en sus últimos 60 años de historia y que siempre ha estado reservada a sus modelos más valiosos, desde el S2 de 1959 hasta los Arnage, el Azure o el Brooklands, auténticos antecesores del este Mulsanne.
De la mano de Mulliner, Bentley ha realizado el Mulsanne más lujoso. Para empezar, la pintura exterior en negro brillante con faros y pilotos con marcos cromados, son exclusivos para esta versión y el habitáculo está construido empleando los tapizados e inserciones de mayor calidad. En el mismo, destacan también diversas placas conmemorativas que nos recuerdan que estamos ante esta Edición 5.75, la última de este modelo. La luz de cortesía que ofrecen los retrovisores en el suelo al abrir las puertas, también proyectan esta misma insignia y las llantas Mulsanne Speed de 21 pulgadas, con cinco radios en acabado brillo, ponen el broche de oro a semejante conjunto.
Sello de garantía
Por si todo esto fuera poco, el detalle más característico de esta versión lo encontramos bajo el capó donde el motor V8 recibe un colector de admisión acabado en negro en lugar del plateado tradicional y la placa del número del motor viene firmada directamente por el presidente y director ejecutivo de Bentley, Adrian Hallmark, en lugar del mecánico que siguió artesanalmente el proceso de construcción del mismo, como es habitual en la marca.
Aunque este propulsor se comercializa de serie con 513 caballos, el del Mulsanne 6.75 Edition by Mulliner es más potente. Concretamente entrega 537 caballos y un par máximo de 1.100 Nm disponible a solo 1.750 vueltas, es decir, se trata del mismo motor que hasta ahora solo podía equipar el Speed.
Fechas confirmadas
Con el Mulsanne fuera de los planes de hibridación que sostiene Bentley en estos momentos, los Bentayga y Flying Spur se posicionarán como las únicas alternativas a esta gran berlina. La producción de este 6.75 Edition by Mulliner se iniciará de forma inminente y las entregas se alargarán al menos hasta la primavera, momento en el que Bentley pondrá fin, definitivamente, a la comercialización del Mulsanne.
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