Max Verstappen no puede esperar al momento de subir al nuevo monoplaza de Red Bull. Por el momento, la escudería austriaco no ha desvelado el día de presentación de su nueva arma, aunque sí es seguro que tomará parte en el primer día test en el Circuit de Barcelona-Catalunya el próximo 26 de febrero.

Red Bull terminó 2017 a un altísimo nivel, poniendo en jaque el dominio que Mercedes y Ferrari había protagonizado a lo largo de la mayor parte de la temporada. De ese modo, el equipo de las bebidas energéticas quiere luchar por victorias desde el primer día y, además de un buen chasis, la escudería requiere de un motor Renault fiable. Comprobar la fiabilidad de motor es una de las principales tareas de los test de pretemporada y Verstappen sugiere que el primer día ya sabrá si cuenta con un buen monoplaza o no.

Normalmente se obtiene una impresión del coche al comienzo del año, pero este no es el objetivo. Lo más importante es conseguir fiabilidad en los test para determinar las características de pilotaje del nuevo coche. Pero puedo saber si el coche el bueno o no el primer día de test, afirma Verstappen al Corriere dello Sport.

Sobre su preparación para la nueva temporada, el holandés asegura estar más relajado que en ediciones anteriores, aunque destaca la importancia del entrenamiento físico para estar listo y al mejor nivel desde Australia. Daniel Ricciardo será su principal rival sobre la pista, a quien Mark Webber pedía máxima concentración para superar nuevamente a su compañero de garaje en 2018.

Estoy un poco más relajado que en mis primeras temporadas de Fórmula 1 porque ahora sé lo que me espera. Pero físicamente es difícil, así que tengo que entrenar muy bien”, concluye.