Haas y Sauber cuentan en el Gran Premio de Hungría con la última actualización del motor Ferrari. La marca italiana ha suministrado a sus equipos cliente la versión más reciente de su unidad de potencia que algunos en el paddock señalan como la más potente de la parrilla, superando por primera vez a Mercedes tras cuatro temporadas de dominio en cuanto a propulsores.

Romain Grosjean, Kevin Magnussen, Charles Leclerc y Marcus Ericsson han recibido un nuevo motor de combustión; mientras que el francés es el único que no ha instalado en su monoplaza la última versión del MGU-H ya que se encuentra al borde de recibir una sanción por sobrepasar el límite de unidades de esta pieza permitidas a lo largo del año. De esta forma, se libra de las penalizaciones en parrilla al menos este fin de semana.

Estos cuatro pilotos son los únicos que han montado piezas nuevas en sus unidades de potencia, todos ellos sin recibir sanción. El equipo de fábrica de Ferrari ha optado por esperar hasta Bélgica para instalar la nueva versión del motor, por lo que las estructuras cliente harán la labor de conejillos de indias hasta que la Scuderia tenga plena confianza en la fiabilidad de las actualizaciones del propulsor, sobre todo ahora que está por detrás en la lucha por el título.

Con estos cambios, los pilotos de Haas y de Sauber han llegado al límite de piezas permitidas, por lo que cualquier otro reemplazo en sus unidades de potencia les hará recibir una sanción en parrilla. Red Bull montó piezas antiguas en el motor de Daniel Ricciardo tras su abandono en Hockenheim para evitar penalizaciones en un circuito donde el equipo austriaco acostumbra a luchar por la victoria.