Prueba Volkswagen Golf Variant R: picante para toda la familia

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La octava generación del Volkswagen Golf nos ha ido conquistando poco a poco, siendo varias las variantes que hemos tenido ocasión de probar, algunas de ellas las más emocionantes de la gama como el GTI, GTI Clubsport, R y R 20 Aniversario. Nos faltaba por conocer una que también goza de buen interés por parte de aquellos clientes que buscan un extra de espacio y habitabilidad, sin perder de vista el dinamismo y la diversión. Por supuesto, hablamos del Variant R, es decir, el familiar más prestacional de la extensa familia del popular compacto alemán. ¿Nos habrá convencido?

Algo más sutil

Al igual que su hermano de cinco puertas, el familiar alemán exhibe una serie de elementos estéticos con los que poder diferenciarse del resto de versiones del popular compacto, todos ellos idénticos a los del referido R. Destacan las generosas entradas de aire que dan forman a un paragolpes específico, mucho más agresivo, con unos grupos ópticos conectados por una fina tira de iluminación led de color azul, las llamativas llantas de 19 pulgadas (las de serie son de 18”) acompañadas por unos discos de freno delanteros perforados de 357 mm de diámetro y unas pinzas azules, sin olvidarnos de los faldones laterales, las lunas tintadas y unos retrovisores cuyas carcasas van en gris mate al igual que ocurre con las barras longitudinales del techo. En la parte trasera sí notamos una ausencia importante en comparación con el otro formato de carrocería ya que el R Variant no equipa el generoso alerón asociado al paquete R Dynamic, tampoco el difusor, pero sí un paragolpes más agresivo y las características cuatro salidas de escape de los modelos R de Volkswagen.

Volkswagen Golf R Variant - fotos

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De puertas para dentro lo más destacado son los asientos deportivos con los reposacabezas integrados, que recogen bien el cuerpo, aunque tal vez se eche en falta unos soportes laterales más pronunciados, así como un volante multifunción con la R en la parte inferior, molduras decorativas específicos y costuras en color azul. Los pedales en acero inoxidable no podían faltar como tampoco un cuadro de instrumentos digital que muestra información relevante en conducción deportiva, como las fuerzas G, la presión del turbocompresor o la distribución del par en las ruedas, situándonos un generoso cuentarrevoluciones en el centro, lo cual es de agradecer. El sistema multimedia con la pantalla táctil de 10 pulgadas destaca por ofrecer una resolución de imagen sobresaliente y un manejo intuitivo, aunque nos hubiera gustado encontrar mandos físicos para el climatizador.

Espacio adicional

Cuando nos subimos al Golf R de 5p no nos convenció el espacio ofrecido para las piernas, principalmente porque los referidos asientos ocupaban más de la cuenta al ser más voluminosos, pero el Variant R soluciona este problema gracias al incremento de su batalla en 50 milímetros. Ahora sí se puede viajar más cómodo, conservando un buen nivel de anchura y una correcta distancia para la cabeza, con una plaza central en la que poder acometer viajes cortos con un grado de confort suficiente, aunque como viene siendo habitual en los compactos, no es la más indicada para largos trayectos. También repiten la climatización y las dos tomas USB tipo C. Además, su mayor longitud y la forma de su carrocería permiten que el maletero crezca considerablemente pues pasa de 341 a un total de 611 litros, pudiendo ampliar su capacidad hasta unos destacados 1.642 l. Vamos que no tendremos problemas a la hora de guardar las compras o el carro de los más pequeños de la familia. Eso sí, no habrá posibilidad de equipar una rueda de repuesto.

Ficha técnica del Volkswagen Golf Variant R

• Longitud: 4,64 metros
• Anchura: 1,78 metros
• Altura: 1,45 metros
• Batalla: 2,67 metros
• Peso: 1.619 kilos
• Maletero: 611 - 1.642 litros
• Motorización: gasolina 2.0 TSI de 320 CV y 420 Nm
• Transmisión: automática de siete relaciones; tracción total
• Frenos: discos delanteros perforados de 357 milímetros; discos traseros ventilados
• Aceleración (0-100 km/h): 4,9 segundos
• Velocidad máxima: 250 km/h
• Consumo de combustible: 8,0 l/100 km
• Emisiones de CO2: 180 g/km

Polivalente y con modo "Drift"

Al volante las diferencias entre esta versión familiar y la de cinco puertas son prácticamente imperceptibles. El Variant R no cae en radicalismos pese a que sus elementos estéticos y su denominación quieran aparentar lo contrario, es sencilla y llanamente un Golf, lo que significa que siempre va a destacar por su comportamiento equilibrado: es un coche capaz de realizar largos viajes con un nivel de confort notable, al mismo tiempo que logra afrontar tramos de montaña con toda la solvencia del mundo. Su destacado chasis es el principal responsable de ello, con una suspensión adaptativa (extra que vale 940 euros) que si bien se nota un poco más dura que en el resto de versiones limita mejor los movimientos de la carrocería y eso siempre es de agradecer cuando se trata de imprimirle alegría al conjunto, pudiendo elegir entre 15 posiciones diferentes para los amortiguadores en función del tipo de uso que le vayamos a dar al coche. Ya sea que nos decantemos por una configuración más suave para los trayectos diarios o por una más dura para carreteras de curvas, el familiar alemán aprobara, y con nota, el examen.

Lo que se puede llegar a echar de menos es el escape Akrapovic que sí pudimos disfrutar cuando probamos el R en formato 5 puertas. De serie no suena mal, e incluso en el modo más sonoro nos deleita con algún que otro petardazo cuando levantamos el pie del acelerador en la zona media del cuentarrevoluciones, pero no llega a ofrecer esa melodía tan enérgica de la línea de titanio firmada por el especialista austriaco. Es una lástima que la firma alemana no ofrezca este elemento como equipamiento opcional en la carrocería familiar (al menos el configurador no deja actualmente), ya que sería una buena forma de alertar a los profesores de que te estás acercando al colegio. Lo que sí se hereda del compacto es el diferencial trasero autoblocante con vectorización del par motor, encargado de que el Variant R se disfrute mucho más en las curvas que sus predecesores pues gracias a su juego de embragues el sistema es capaz de enviar la energía del propulsor a las ruedas traseras de forma independiente. Con su presencia, superar las carreteras de montaña a ritmos elevados será un juego de niños, una tarea sumamente sencilla que no pondrá en apuros a un conductor cuya principal misión será apuntar con la rápida dirección hacía donde quiere dirigir el coche y esperar que la tracción total se encargue de todo lo demás porque hay mucha, pero que mucha, motricidad.

Y si ya te quieres desmelenar del todo, puedes optar por el paquete R Performance (2.215 euros) que no solo aumenta la velocidad máxima del coche hasta los 270 km/h, sino que añade un modo específico “Drift” con el que poder hacer derrapar a tu flamante modelo familiar con cierta facilidad y siempre con las ayudas electrónicas pendientes de que la situación no se vaya de madre. Será mejor probarlo cuando vayamos solos en el coche. En cambio, no habrá problema en experimentar el empuje del motor en compañía ya que de esta manera todos podrán sentir de lo que es capaz el bloque de 2.0 litros, un corazón lleno de energía que ofrece 420 Nm de par máximo disponibles bajo el pie derecho. Su empuje es intenso y progresivo, acompañado de una transmisión automática DSG de siete relaciones que camufla el vacío del propulsor por debajo de las 2.000 vueltas y nos ofrece unos cambios de marcha muy rápidos, al mismo tiempo que desaparecen las brusquedades al ponernos en movimiento. Podemos confiar en él plenamente, pero también se agradece recurrir a unas levas que han aumentado de tamaño con el cambio generacional.

Con el depósito lleno se podrán recorrer unos 600 kilómetros si nuestra conducción no es muy exigente, más bien relajada, apoyándonos cuando la situación lo requiera en la función de “conducción a vela” disponible en el modo de funcionamiento más calmado del 2.0 TSI. Pero claro, con un motor y un chasis de este calado a uno siempre le entran ganas de ir un poco más alegre, por lo que el consumo medio rondará los 10 litros a los 100 kilómetros. De ahí en adelante la cifra puede subir en función de lo agresivo que seas con el acelerador…

Muy bien servido

Volkswagen ha dotado de un generoso equipamiento a su familiar de altas prestaciones ya que viene acompañado de navegador, cuatro tomas USB tipo C (dos delante y dos detrás), climatizador de tres zonas, cámara frontal multifunción y de visión trasera, head-up display, faros matriciales led, lunas tintadas, volante calefactable y unas barras longitudinales en el techo para llevar con nosotros equipaje de mayor tamaño, sin olvidarnos de la posibilidad de incorporar bola de remolque. Todo ello se suma a una completa dotación de seguridad en la que destacan asistentes como el Travel Assist y Park Assist, acompañados de otros como el de salida de aparcamiento, detector de ángulo muerto y frenada de emergencia. El precio de este completo listado arranca en los 60.425 euros, cantidad que se puede incrementar hasta los 65.000 € si se añaden las llantas de 19 pulgadas, el techo panorámico, la suspensión adaptativa, los asientos calefactables y el paquete R Dynamic.

A favor: estética, maletero, dinamismo, diferencial posterior, motor 2.0 TSI, equipamiento.

En contra: precio, sin escape Akrapovic como opción, mandos táctiles de volante y luces, maniobrabilidad.