Me he vuelto a enganchar al Ford Focus. Había perdido un poco la perspectiva de este coche ante la avalancha de producto que ha llegado los últimos meses. Sobre todo, por el impulso que la marca está dando a los todocaminos; en realidad es algo que pasa en todos los fabricantes, que descuidan sus modelos más tradicionales para sumarse a la moda SUV (las ventas son las que mandan). Recientemente hemos conducido el Ford Puma y también el Kuga en su variante híbrida enchufable, dos coches que también nos han dejado un muy buen sabor de boca. Pero el ‘prota’ es otro.

Como decía, del Focus comenzaba a tener ciertas lagunas por el paso del tiempo. Recordaba su dinamismo y el multimedia como dos de los puntos fuertes del vehículo. Y, afortunadamente, mi memoria no ha fallado: estaba en lo cierto. Tras bajarme del Ford Focus, reconozco que me he llevado una alegría al ver que tras su carrocería compacta se esconde un coche completo, bien hecho, divertido de conducir y espacioso, aunque a un precio demasiado alto en la versión probada ST-Line X 1.0 Ecoboost 155 CV Powershift, tal y como veremos al final del artículo. Antes de llegar a eso, haremos un repaso a su habitáculo y al comportamiento que ofrece para que, si no tienes el placer, sepas qué tipo de automóvil es.

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Car and Driver

Ficha técnica Ford Focus ST-Line X 1.0 Ecoboost 155 CV Powershift

  • Largo: 4,39 m
  • Ancho: 1,82 m
  • Alto: 1,45 m
  • Batalla: 2,70 m
  • Maletero: 392 l – 1.354 l
  • Motor: gasolina turbo 3 cilindros 155 CV + 16 CV de la parte eléctrica
  • Cambio: automático doble embrague
  • Cilindrada: 998 cm3
  • Capacidad de la batería: 0,48 kWh
  • Par: 220 Nm a 3.000 rpm + 50 Nm de la parte eléctrica
  • Aceleración 0-100 km/h: 8,4 s
  • Velocidad máxima: 208 km/h
  • Consumo medio WLTP: 5,3 l/100
  • Emisiones C02 g/km: 122
  • Etiqueta DGT: ECO
  • Precio: desde 36.266 euros

Interior: el Ford Focus es un coche excelente

El Ford Focus se vende con tres carrocerías: compacta, familiar Sportbreak y Active (tipo Allroad de Audi). La primera es la elegida para este análisis por ser la más asequible y tradicional. De hecho, nos demuestra que sus casi 4,40 metros de largo son muy habitables, con unas plazas traseras generosas para adultos y un maletero de prácticamente 400 litros de capacidad en el que caben varias maletas, mochilas y bolsos. Delante, en esta ocasión nos encontramos con unos butacones realmente confortables que cuentan con regulaciones eléctricas y calefacción en el nivel elegido.

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Por lo demás, la calidad de acabados es muy buena, con plásticos blandos recubriendo la parte alta del salpicadero y una función mixta de botones físicos y pulsadores digitales para el climatizador que nos convencen a pesar de ser firmes defensores de los mandos tradicionales. La pantalla multimedia es de 12,3 pulgadas y estrena el sistema operativo SYNC de cuarta generación, todo un acierto por rapidez en la transición y presentación de menús: son claros y pueden ocupar toda la pantalla; una gozada para no perder detalle de nada, como a la hora de programar una ruta en el navegador y evitar equivocaciones a la hora de interpretar el mapa.

Por cierto, volver a destacar los protectores de puerta, que se despliegan cuando abres una, cualquiera que sea. Se trata de una lámina de plástico negro que protege el borde con una doble finalidad: evitar dañar la misma y causar roces en las ajenas.

Prueba de conducción del Ford Focus 1.0 Ecoboost 155 CV MHEV: como un tiro

No queremos caer en la redundancia, pero es cierto que el chasis del Focus es un prodigio. A nivel cualitativo, se puede comparar, sobre todo, con el del Seat León y el del Peugeot 308, dos maravillas para los conductores que busquen ese puntito de deportividad en este segmento que, lamentablemente, está de capa caída. De hecho, cuando entras en el coche, vas algo más cerca del suelo que en otros turismos con los que compite, como el i30. Esto ya da una idea de por dónde van los tiros en este compacto 100% recomendable.

El Focus va asentado. Es un coche sobresaliente al respecto y muy superior a lo que se siente en un Kia Ceed o un Citroën C4. La amortiguación en este caso es más firme que la de otras versiones, un plus realmente satisfactorio incluso para quien no busque un extra de deportividad. Para nada resulta incómoda y aporta ese plus en el dinamismo que nos hace amar este coche por cómo se presenta en las curvas: las devora con una soltura incuestionable.

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Ni siquiera desentona su motor de tres cilindros. Ford ha pulido estas motorizaciones todo lo imaginable para que ni vibren ni suenen distinto a una de cuatro, cosa radicalmente opuesta de lo que sucedía en los primeros bloques que nos vendían como “el gasolina que consume como un diésel”. De hecho, este Focus ST-Line X 1.0 Ecoboost tiene una melodía bonita tanto en el interior como en el exterior, ayudado como está por una línea de escape doble. Esta motorización nos ha resultado muy agradable de usar por su fuerza desde bajas revoluciones y que se potencia en el caso de elegir el programa más deportivo. La combinación de dirección y suspensión es perfecta. Pero el Focus también tiene un lado ahorrador, siempre y cuando te lo propongas y, en parte también, debido a la electrificación, con su unidad eléctrica haciendo de motor de arranque y alternador.

En función del tipo de conducción, el consumo será contenido o no. Lo normal es que el Focus 1.0 Ecoboost Powershit haga medias entre 4,5 y 6,0 litros a los 100. Ambos registros los hemos obtenido durante las jornadas en las que lo hemos conducido. Esos 4,5 litros a los 100 han sido posibles con el programa más ahorrador y por vías de no más de 100 km/h sin prácticamente pisar núcleos urbanos. En el caso de los 6,0 litros, hemos rodado más por ciudad y por autopista. En caso de practicar una conducción claramente deportiva, el Focus entonces gasta más de lo esperado; a cambio, una sonrisa en la cara.

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Precio y equipamiento del Ford Focus ST-Line X 1.0 Ecoboost Powershift

El Focus recibió una actualización hace un año que trajo consigo mejoras estéticas y de equipamiento. Este Ford tampoco ha escapado a la escalada de precios que vive la automoción y ha incrementado sensiblemente su importe. La versión probada sobrepasa los 30.000 euros, pero es cierto que hay disponible un Ford Focus gasolina con etiqueta ECO desde 32.590 euros, eso sí, con el motor de 125 caballos y cambio manual.

  • Ford Focus ST-Line X 1.0 Ecoboost 155 CV mHEV automático, 36.256 euros

Dentro del equipamiento de serie, el Focus ST-Line X viene con llantas de 17 pulgadas, paragolpes deportivos, doble salida de escape, climatizador bizona, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, cámara de marcha atrás, freno de mano eléctrico, cristales oscurecidos, base de carga inalámbrica, cuadro de mandos digital, arranque por botón, control de crucero…

No obstante, el coche de pruebas incluye diversos extras, como la tapicería ST-Line X Sensico (1.900 euros), el paquete de diseño ST Line con pedales en aluminio y un spoiler trasero (450 euros), faros Full Led adaptativos (950 euros), Head Up Display (450 euros), techo panorámico (1.099 euros), paquete invierno con asientos delanteros y volante calefactados (450 euros), Ice Park 70 con altavoces B&O y Apple CarPlay y Android Auto inalámbrico (400 euros)… Por tanto, un Focus como el que ha pasado por la redacción sobrepasa los 42.000 euros de precio de tarifa, aunque entendemos que en el concesionario puedan ajustar algo esa cifra, pues el configurador de la marca no especifica exactamente cómo se divide el descuento de 5.000 euros que ofrecen y que, por seguro, incluye financiación. En el caso de quererlo con la carrocería Sportbreak, hay que otros 1.200 euros.

Valoraciones

A favor: línea del vehículo, puesto de conducción, pantalla multimedia rápida y bien posicionada, respuesta del motor tricilíndrico.
En contra: precio de venta alto, consumo de combustible en conducción alegre, sin aireadores en la parte central trasera, visibilidad posterior.