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Conducir un Opel Rocks requiere un reseteo. No es un coche al uso, por lo que no existe el nivel de terminación ni de confort que en un Corsa o un Astra, que triplican y quintuplican el precio respectivamente. Hay que partir de la base de que el Rocks es un cuadriciclo que se puede conducir con el carné AM desde los 15 años principalmente porque su velocidad máxima está limitada a 45 kilómetros/hora. Y de ahí no pasa. Aunque sigas pisando el pedal a fondo, el velocímetro no marca ni un kilómetro a la hora más. Sólo en alguna bajada pronunciada se consigue estirar hasta 48 ó 50 por hora. Las prestaciones son justas porque el Rocks tiene un motor eléctrico de 8,2 CV que se alimenta de la energía almacenada por una pequeñísima batería de 5,5 kWh situada en el centro del coche, aunque más pegada al eje trasero que al delantero por el reparto de pesos. Debido a su capacidad mini, es apta para cargar en enchufes domésticos en los que se llena en apenas tres horas y media.
El Rocks, también conocido como Rocks-e, mide 2,41 metros de largo y tiene una anchura de 1,39 metros. Debido a sus contenidas dimensiones, carece de maletero y está diseñado únicamente para dos personas. El peso del coche es de 550 kilos con conductor. Dadas sus formas cuadradas, el espacio que existe para éste y el copiloto es muy bueno, con una buena cota de altura y de espacio entre hombros. Existen algunos ganchos para dejar, por ejemplo, una mochila, así como el teléfono móvil y la cartera. En los pies del acompañante también se pueden dejar algunas bolsas, siempre todo de tamaño contenido.
En general, el habitáculo es muy espartano. Los plásticos son duros y queda a la vista la estructura metálica del techo; incluso se ve el pegamento de color negro utilizado para unir las diferentes partes que la componen. Las ventanillas se abren manualmente en forma de hoja y se quedan fijas si las doblas hasta su posición más alta; es la única ventilación real que tiene el coche. Existe una función de desempañado de la luna, pero sólo sirve para eso. En días como la jornada de pruebas por Rüsselsheim, con 18 grados de temperatura ambiente, cielo despejado y algo de brisa, el sistema de ventanillas es correcto, si bien hay momentos que tenemos calor. Pero es cierto que, en días muy soleados, se necesita algo más y, sobre todo, con el techo solar que monta y que no puede taparse con una cortinilla.
Opel Rocks 2023 prueba - fotos
Prueba dinámica: un coche que cumple para su cometido
Quizá la parte a la que más cuesta acostumbrarse es a la dinámica. Como dijimos al principio del artículo, hay que hacer un reseteo a la hora de ponerse a los mandos del Rocks. Todo es muy sencillo y no hay lujos. Es realmente básico ya que carece de elevalunas eléctricos, aire acondicionado, cierre centralizado o ABS. Esto último es muy importante, porque el pedal del freno está duro y ante una deceleración fuerte, se corre el riesgo de bloquear las ruedas de ‘juguete’ que lleva.
Las puertas, ligeras, se abren con tiradores al más puro estilo de los coches deportivos. Aunque, desde fuera, para abrir y cerrar el Rocks, se utiliza una segunda llave (la otra es para arrancar). El cuadro de mandos es muy básico. Muestra la velocidad y la carga de batería que queda en una barra. El número es grande, pero no está iluminado. En el lugar donde normalmente está la cúpula hay un hueco para dejar la cartera y las gafas, por ejemplo, así como un posavasos en el que encaja un termo. Tras el volante, se encuentra la piña que enciende el limpia e integra también la bocina.
Y no hay más mandos, salvo los tres de la que podemos decir es la consola central: intermitentes de emergencia y los de la ventilación que hemos hablado antes. Encima de estos pulsadores está un brazo que sujeta el teléfono móvil (¡bien visto!) y una toma USB para cargar el mismo (es de las normales, no tipo C). También tiene un brazo el limpiaparabrisas, y hablamos en singular porque sólo hay uno delante. Otro aspecto curioso está en el sector del cambio automático, cuyos botones D, N y R están integrados en la estructura lateral del propio asiento, en el lado izquierdo.
El Rocks tiene una suspensión muy seca. Apenas filtra las irregularidades del asfalto, por lo que todo va directo a nuestro cuerpo. Afortunadamente, los asientos cuentan con un mínimo de acolchado para que los trayectos sean más llevaderos. El Rocks no es un coche pensado para viajar de la forma tradicional porque no lo permite. Es un vehículo creado para trasladarse de un punto A a uno B y poder aparcar gracias a su condición eléctrica y su tamaño diminuto, junto a una dirección perfecta para callejear. Precisamente por su condición urbana, la visibilidad trasera debería ser mejor; es muy limitada por culpa de unos horribles espejos retrovisores del tamaño de una pulsera de mano. El retrovisor interior también es testimonial.
El Rocks acelera de 0 a 20 por hora con bastante alegría. De 20 a 45 km/h es cierto que se muestra algo más lento. No tenemos dato exacto de los segundos que tarda en lograrlos, pero debe superar los 10 holgadamente. Debido a sus prestaciones limitadas, es recomendable circular siempre por la derecha. Como guiño gracioso, decir que te permite hacer una rotonda a fondo.
Precio y equipamiento del Opel Rocks
Tal y como nos confirman desde Opel España, el Rocks llegará a nuestro país, pero aún no hay fecha estimada. Esperan que sea cuanto antes, pero no nos pueden indicar el mes exacto. Cuando esté disponible, es muy probable que tenga una gama prácticamente idéntica a la del Citroën Ami, y tenga un PVP de partida de unos 8.000 euros. La nota de prensa oficial hablaba de que el Rocks tendría tres niveles: básico, Klub y Tekno. Eso se da en Alemania; aquí aún no hay confirmación.
Aunque ambos son el mismo coche y tienen los mismos puntos fuertes y los mismos débiles, el Rocks puede ser del agrado de conductores más jóvenes por tener una estética ligeramente más deportiva que la de su hermano.
Valoraciones
A favor: diseño original, funcionalidad y practicidad para la ciudad, espacio interior realmente bueno.
En contra: sistema de climatización, espejos retrovisores minúsculos, algo más de velocidad máxima.
