Nuestra visita a Le Conservatoire no iba a ser sólo para ver la colección de coches de Citroën, que bien podría ser. La invitación que recibimos del departamento de comunicación ‘escondía’ un motivo adicional: ponernos a los mandos de cinco de los automóviles que marcaron un antes y un después en la marca. Joyas automovilísticas como el C4 de 1932 o coches tan pintones y populares como el ‘dosca’ y el Méhari.

Los responsables de estos clásicos nos dieron unas pequeñas pinceladas de cada uno de ellos antes de arrancarlos. Al final, todos se hacen de manera igual, girando una llave. La gran diferencia viene impuesta por el manejo de las cajas de cambios. El respeto está ahí, y más con coches en tan buen estado de conservación y cuyo valor en el mercado asciende a varios ceros. Como un novato y con todo el tacto del mundo, comenzamos este viaje al pasado de la mano del C4.

Citroën clásicos Le Conservatoire - fotos
citroën clásicos le conservatoire

Citroën C4 de 1932

La historia del fabricante francés se remonta a 1919, cuando lanza el Type A. Unos años más tarde se presenta el primer C4 de la historia en el Salón de París de 1928. Personalmente, es el clásico con más años he conducido. Y, encima, descapotable.

citroën clásicos le conservatoirepinterest
Citroën//Car and Driver

Su manejo no requiere de mucho aprendizaje. Como en todos los coches, existe una pequeña plaquita que indica cómo se engranan las tres marchas del cambio, ubicado en la consola. La suspensión no tiene grandes recorridos, pero digiere bien los baches.

De este modelo salieron varias versiones según pasaba el tiempo, cada una con mínimas actualizaciones.

Citroën Traction Avant de 1956

Su preciosa carrocería tipo coupé, de líneas aerodinámicas, fue fundamental en su desarrollo. Frente al C4 anteriormente probado, éste recuerda a los coches americanos de la época por sus formas. Su nombre es toda una declaración de intenciones: tracción delantera. Se convierte así en el primer Citroën con motor delantero y tracción anterior.

citroën clásicos le conservatoirepinterest
Citroën//Car and Driver

Ya se aprecia y mucho el salto dinámico frente al C4. Cuenta con carrocería monacasco, barras de torsión en la suspensión y un propulsor más potente.

Citroën 2CV Sport de 1976

Además de poder ver los prototipos que se utilizaron en el desarrollo del 2CV, de una de las tres unidades utilizadas durante el rodaje de 007 con su color Hélios AC 336 (da nombre a esa serie limitada, versión muy cotizada dada la corta producción que hubo), del Sahara con dos motores y del pintón Charleston con sus colores negro y granate, Citroën nos cedió el volante del Spot. Es, quizá, la versión más desconocida, al menos en España.

citroën clásicos le conservatoirepinterest
Citroën//Car and Driver

El 2CV Spot nace para levantar las ventas del popular modelo, que habían caído por múltiples factores: más competencia y más moderna, crisis del petróleo del 73… Citroën no estaba dispuesta a renunciar a que uno de sus coches estrella perdiera más terreno, por lo que recurrió a Serge Gevin y Robert Delpire para lanzar el Spot. Gevin era artista y Delpire, publicista de Citroën. El segundo propuso al primero lanzar de manera oficial una edición limitada en la que se mezclaban el color blanco y naranja. Y decimos lo de oficial porque Gevin, junto a su su mujer, se dedicaban a pintar 2CV.

El nombre de esta exclusiva edición de 1.800 unidades procede de Special Orange Ténéré, el nombre de uno de los tonos elegidos.

Citroën Méhari de 1979

El Méhari se fabricó durante casi 20 años, entre 1969 y 1987, de ahí que se produjeran más de 143.000 unidades. La que nos espera es de color verde militar. Su carrocería de plástico la puedes mover con una mano y sin apenas esfuerzo en parado, lo que da idea de la ligereza del conjunto. Existió una versión muy campera con reductora y tracción integral, pero no es la que vamos a llevar.

citroën clásicos le conservatoirepinterest
Citroën//Car and Driver

Esa ligereza se aprecia en curva, cuando su pequeño motor de 26 CV comienza a empujar y el chasis, digamos que se ve un poco excedido. La posición de conducción es poco natural, con las piernas demasiado flexionadas y un aro de volante tipo camión, enorme.

Citroën CX 25 GTI Turbo 2 de 1986

Es el coche más moderno que tuvimos ocasión de conducir. Un auténtico misil que nos sorprendió muy gratamente por su capacidad de aceleración y la capacidad que tiene de adaptarse la suspensión hidroneumática, que sube y baja en muy pocas décimas de segundo. Cada apretón al gas se traduce en un ‘psssss’ del molinillo, y su dirección es ultra precisa, para nada pesada, de las que echamos de menos en muchos pseudodeportivos actuales. El CX nació para sustituir al DS, de ahí sus grandes dimensiones y su poderío. El coche se desarrolló justo antes de que Peugeot entrara en el capital de Citroën. Con su motorización gasolina, fue el primer Citroën en superar los 200 kilómetros/hora de velocidad punta. El elevado consumo de combustible obligó a los ingenieros a introducir intercambiador de calor.

citroën clásicos le conservatoirepinterest
Citroën//Car and Driver


La Serie 2 fue presentada en 1985, año del que data este vehículo. Se fabricaron menos de 5.000 unidades.