El pasado año, Ford realizó un importante anuncio relacionado con su hoja de ruta de futuro, una planificación que recoge la llegada de un total de siete nuevos vehículos 100% eléctricos hasta el 2024. Cinco de ellos se corresponderán con vehículos comerciales, tales como la E-Transit, mientras que los dos restantes serán unos crossovers de los que ya tenemos alguna que otra pista. Básicamente, sabemos por la propia marca que este par de automóviles tendrán distintos enfoques, con uno de ellos de corte deportivo.
Un C-SUV con genética Volkswagen
Pues bien, aquel modelo que fotografiaron nuestros espías en Colonia, Alemania, el más civilizado de la referida pareja, acaba de descubrirse con grandes sorpresas y no, no lo decimos por el uso de la conocida plataforma MEB del Grupo Volkswagen, sino por su nombre. Este coche presume de ser el primer turismo 100% eléctrico que Ford fabrica en serie en Europa, para lo cual ha tirado de una denominación que todos conoceremos a estas alturas de la película. La idea de la compañía para conquistar el Viejo Continente pasa por crear modelos de baterías basados en nomenclaturas icónicas y el mejor ejemplo lo tenemos con este Ford Explorer, un SUV que se reinventa para la era eléctrica con un diseño muy atractivo, unas prestaciones elevadas y unas autonomías que rondarán los 500 kilómetros.
Ford Explorer - fotos
Desarrollado por la nueva unidad de negocio Ford Model e, centrada en el diseño, la producción y la distribución de los modelos eléctricos y conectados de la compañía, el nuevo Explorer es un SUV de tamaño medio que tratará de liderar la avanzadilla de Ford en Europa en materia de vehículos eléctricos. Su producción tendrá lugar en el Centro de Electrificación que tiene la marca en Colonia, Alemania, tras realizar una inversión de 2.000 millones de dólares, todo ello con el objetivo de vender más de 600.000 vehículos eléctricos en nuestro continente para el 2026.
Raíces americanas
A la hora de dibujar este coche Ford no ha querido renunciar a los rasgos americanos propios de la denominación Explorer, aunque sí los ha adaptado al gusto europeo, con líneas fluidas y estilizadas pensadas para mejorar la aerodinámica del coche. En el frontal son tres los elementos clave. El primero la parrilla, rediseñada en forma de escudo para crear una superficie continua sobre la que resaltar el renovado logotipo de Ford para la era eléctrica. El segundo, unos grupos ópticos entrelazados con un gráfico a lo largo y ancho, que rodean el escudo para así realzar su presencia. El tercero, un elemento decorativo en forma de U pensado para aumentar la percepción de anchura, al mismo tiempo que favorece la aparición de cortinas de aire al guiar el flujo a través de las ruedas delanteras.
La vista lateral nos muestra una suerte de techo flotante, con los pilares A en negro y los pilares C resaltados por un moderno gráfico lineal incrustado en el cristal. El Explorer puede montar llantas de 19, 20 o 21 pulgadas, diseñadas para mejorar tanto la aerodinámica del vehículo como la refrigeración de los frenos. En la zaga, Ford también ha querido acentuar la anchura del coche con una estilizada luneta trasera que viene acompañada de unos pilotos verticales conectados por un elemento de color negro que muestra el nombre del coche. Por debajo de estos aparece un detalle en forma de U que recuerda al citado cubre cárter delantero, dotando al Explorer de una cierta armonía visual. Por cierto, con este modelo Ford estrena el color Azul Artic, que se suma a otras cinco tonalidades, siendo estas las denominadas Vibrant Blue My Mind, Blanco Frozen, Gris Magnetic, Negro Agate y Rojo Lucid.
Confort asegurado
De puertas para dentro, las diferencias con su hermano mayor, el Mach-E son apreciables ya que el reinventado Explorer presenta una consola central totalmente diferente, aunque también incluye una pantalla de grandes dimensiones (15 pulgadas para ser exactos). El cuadro de instrumentos si bien es digital presenta un tamaño más pequeño que el del Mustang eléctrico (hablamos de 5”), aunque mayor al de los Skoda Enyaq y Volkswagen ID.4, modelos con los que comparte plataforma, además del panel de las luces y de los elevalunas con este último.
Dicho esto, lo que más llama la atención es la citada pantalla táctil encargada de dar vida al sistema multimedia SYNC Move1 de Ford. Su gran peculiaridad es que puede elevarse y abatirse suavemente en un arco de más de 30 grados, dejando al descubierto el denominado “My Private Locker”, es decir, una interesante zona de almacenamiento que brinda un espacio seguro para guardar objetos personales pues estos pueden quedar ocultos a la vista. En la consola central, bajo el reposabrazos, también aparece un práctico hueco portaobjetos de nada menos que 17 litros.
El nuevo Explorer también dispone de un panel táctil háptico pensado para operar funciones como el volumen del sistema de audio y las tecnologías de estacionamiento, así como un llamativo altavoz integrado en la parte superior del salpicadero. Los asientos calefactados, por su parte, ofrecen un grado elevado de confort y disponen de regulación eléctrica en 12 posiciones para el conductor –además de función de masaje lumbar para este– y están acabados en material sintético Sensico con efecto piel. En cuanto a los traseros, ese nivel de comodidad se mantiene y se adereza con un generoso espacio disponible para la cabeza y, especialmente, para las piernas, disponiendo de salidas de aire y tomas USB en el mueble central.
Para abrir el maletero nos servimos de la función manos libres del portón trasero. Delante de nosotros tenemos 450 litros de capacidad, ampliables hasta los 1.400 si se abaten los asientos traseros. Ford le ha dotado al Explorer de un doble fondo, que facilita la carga de objetos más voluminosos, creando así una zona de almacenamiento oculta por debajo, así como una bandeja trasera integrada, mientras que el kit de reparación de pinchazos se ubica bajo el capó delantero.
Tracción trasera o total
Disponible en las versiones Explorer y Explorer Premium, el nuevo SUV eléctrico de Ford se ofrecerá con tres motorizaciones, todas ellas con una autonomía prevista que no superará los 500 kilómetros. Todo hace indicar que habrá dos de tracción trasera, con 170 y 286 CV, y otra con tracción total que se situará como la alternativa más prestacional de la gama al ofrecer unos 340 caballos. En cuanto a los modos de conducción, serán cuatro los disponibles (Normal, Sport, Eco e Individual) con un quinto adicional, denominado Traction, para la variante de tracción a las cuatro ruedas. Con ellos, el conductor podrá variar el tacto del pedal, el peso de la dirección y la respuesta del control electrónico de estabilidad.
En materia de seguridad, el Explorer estrena unos asistentes a la conducción pensados para lograr una experiencia de conducción más relajada y menos exigente, tanto fuera como dentro de la ciudad. Así, destacan el cambio de carril asistido, el control de crucero con función Stop & Go, el detector del ángulo muerto, así como el asistente de salida de estacionamiento, que evita posibles accidentes al abrir las puertas, y el aparcamiento activo 2.0. También dispone de ópticas Matrix LED, con luces largas antideslumbrantes. Estas avanzadas funciones son posibles gracias a los 12 sensores ultrasónicos, las cinco cámaras y los tres radares de las que presume el Explorer.
¿Cuándo llega?
El Explorer forma parte de la nueva familia de vehículos eléctricos que Ford pretende introducir en Europa hasta el 2024, un total de nueve modelos que incluyen el Mustang Mach-E, la E-Transit, la E-Transit Custom y el E Tourneo Custom, además de las variantes alimentadas por baterías de los Puma, Transit Courier y Tourneo Courier. El objetivo de la compañía pasa por superar los 2 millones de vehículos cero emisiones en todo el mundo para el 2026, gracias a una inversión de 50.000 millones de dólares. Además, para el 2035, se plantea que todo su portfolio sea eléctrico en Europa.
Todavía es pronto para conocer los precios del Explorer pues hasta el mes de diciembre no llegará a los concesionarios. Sin embargo, no habrá que esperar tanto para descubrir sus tarifas ya que en agosto se desvelarán, aunque ya sabemos que las versiones más básicas no superarán los 45.000 euros, acogiéndose así al Plan Moves III. En cuanto a los pedidos, la apertura general será en octubre, pero en septiembre se tramitarán las reservas realizadas hasta la fecha. Por cierto, tras él, Ford introducirá un segundo modelo 100% eléctrico cuya producción se llevará a cabo en la misma planta de Colonia a mediados del 2024.
