Nuestra primera toma de contacto con el Cupra León tiene lugar en carretera abierta al tráfico. Hubiésemos preferido un circuito para buscarle las ‘cosquillas’, pero no ha podido ser. Tampoco ponemos ningún ‘pero’ que sea con la versión híbrida enchufable de 245 CV, curiosamente la primera de todas las variantes del compacto deportivo que se van a poner a la venta en España. Es cierto que cuando vas a conducir un Cupra piensas en prestaciones, en el olor de la gasolina. Quieres disfrutar, olvidarte de todos los problemas y centrarte en una única cosa: el placer de conducir.
El Cupra más silencioso
¿Y quién dice que con un híbrido enchufable no te lo puedes pasar bien? Las curvas que estamos dejando atrás dejan claro que el Cupra Leon e-Hybrid tiene una puesta a punto a la altura de lo esperado en un compacto deportivo. Aunque a más de uno le chocará ir hasta 100 km/h sin que nada mecánico suene… Eso de cara al exterior, porque de puertas para dentro, por los altavoces, se reproduce una melodía artificial que está muy bien conseguida y acompasada con el acelerador. Pero no es lo único exclusivo de este modelo…
A pesar de estar emparentado con el Seat León, el compacto deportivo tiene una marcada personalidad, como ha sucedido siempre, cuando Cupra era el preparador oficial de la marca latina del Grupo Volkswagen. Las modificaciones comienzan por el logo que preside el frontal y la zaga; continúan con los paragolpes, las taloneras específicas y las salidas de escape, y terminan con los tres juegos de llantas de 19 pulgadas disponibles. Con cualquiera de ellas, el Leon pinta bien, pero las que mejor le sientan son las opcionales de formas aerodinámicas, que recuerdan al de ciertos coches de carreras.
En el habitáculo, los detalles en cobre toman todo el protagonismo y los asientos tipo bacquet para conductor y copiloto vienen de serie. Son todo un acierto por imagen y agarre lateral. Están tapizados en cuero y tela y si los quieres íntegros en cuero, con regulación eléctrica y calefacción, has de desembolsar 1.530 euros.
El color blanco para la carrocería es el único tono sin coste, mientras el resto, que son metalizados, como el de la unidad de las fotos, tienen un importe de 610 euros.
El volante es otro detalle exclusivo. Posiblemente el que más. Con él se dirige esta nave de 245 caballos. Tiene levas tres centímetros más grandes que las del anterior Seat León Cupra y eso se traduce en un manejo más fácil de las mismas cuando lo tenemos girado. Cuenta, además, con dos nuevos botones, al estilo Porsche, con el que se arranca y para la mecánica (lado derecho) y se cambia el set up del vehículo (lado izquierdo). Y ya que hablamos de Porsche, la palanca del cambio también está inspirada en la del 911. Es un selector pequeño, como el que ya hemos visto en los últimos lanzamientos de Volkswagen, Skoda y Seat. Al principio, también choca por su pequeño tamaño, casi de juguete, pero libera mucho espacio entre los ocupantes de las butacas delanteras.
El cuadro de instrumentos digital tiene ahora una presentación propia. Las múltiples vistas son específicas de Cupra y se puede cambiar la información mostrada en los laterales, por ejemplo, para conocer las fuerzas G, la temperatura del aceite o cuánta autonomía eléctrica resta. El sistema multimedia es de 10 pulgadas, y al igual que el Seat León, carece de botones físicos para manejar la radio y el climatizador, por lo que hay que recurrir a los menús que existen. Son muy intuitivos, pero obligan a apartar la mirada de la carretera. Para evitarlo, se puede recurrir a las órdenes vocales con decir “hola, hola”.
Hora de ponerse en marcha
Lo que realmente hace diferente al Cupra Leon e-Hybrid es su tecnología. El propulsor principal es un gasolina 1.4 TSI de 150 caballos, y el secundario, un eléctrico de 85 kW (116 caballos). Cuando aceleras a fondo sólo con el eléctrico, las ruedas delanteras suelen perder algo de tracción, a imagen y semejanza de los eléctricos puros. Ni siquiera el diferencial electrónico XDS+ es capaz de contener el par de 330 Nm que desarrolla esta unidad. El bloque gasolina logra 250 Nm entre 1.550-3.500 vueltas.
En general, este e-Hybrid se siente ágil, en parte por la suspensión de dureza variable, que permite modificar la horizontalidad del coche sin llegar a ser una tabla, y en parte por la dirección progresiva, ambos sistemas incluidos en el equipamiento de serie del León. Sin estas herramientas, este Cupra se mostraría algo más torpe y no camuflaría tan bien su tendencia a irse de morro, pues su peso ha crecido hasta los 1.671 kilos incluido el conductor. Y eso es mucho.
La frenada es buena, pero al ser un híbrido enchufable, el tacto del pedal no es tan firme como en un Cupra al uso. Como bien nos dicen desde la firma, se ha tenido que buscar un equilibrio entre firmeza y regeneración.
Siempre que las baterías de iones de litio de 13 kWh de capacidad bruta tengan energía, este Cupra León se moverá única y exclusivamente con electricidad hasta llegar a los 100 km/h, aunque el fabricante anuncia que es hasta 130. El gasolina saltará si el golpe al pedal del acelerador es muy fuerte o si llegamos hasta el final del recorrido y accionamos el kick-down. Este funcionamiento es lo que más costará de asimilar a un ‘quemado’ de Cupra, que busca que su coche queme gasolina desde el primer segundo. Pero en el día a día, una solución como ésta es fantástica, con etiqueta cero.
Por cierto, durante nuestro recorrido de casi dos horas por la sierra de Madrid y tras haber hecho 120 kilómetros, el consumo energético ha sido muy bajo: poco más de 11 kWh y 3,5 litros. Estos valores los hemos obtenido en un ciclo mixto en la que hemos mezclado conducción relajada con eficiente, deportiva y muy deportiva. Cabe puntualizar que el coche lo cogimos lleno de gasolina y con la batería al 94% de carga. La autonomía eléctrica oficial según ciclo WLTP es de 52 kilómetros.
Ya está a la venta
El Cupra Leon e-Hybrid está disponible con dos carrocerías: la cinco puertas (desde 42.380 euros) y la SportsTourer (a partir de 42.980 euros), que mide 26 centímetros más de largo y tiene un maletero 200 litros más capaz. Con el primero, el coche acelera de 0 a 100 en 6,7 segundos, tiempo que sube hasta los 7,0 segundos en el caso del segundo, debido a una mínima variación en el coeficiente aerodinámico y a los casi 50 kilos de más del station wagon. El consumo medio también es parecido, con una horquilla de entre 1,3 y 1,4 litros a los 100 en el cinco puertas y entre 1,3 y 1,5 litros en el familiar. La velocidad punta en los dos es la misma: 225 km/h.
Como parte del equipamiento de serie, los Cupra Leon e-Hybrid incluyen faros de led, intermitentes dinámicos, llantas de 19 pulgadas (en opción están otras más aerodinámicas de igual tamaño), los citados asientos tipo bacquet, regulación de los amortiguadores DCC, detector de ángulo muerto, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, arranque por botón, cámara de marcha atrás, reconocimiento de señales, control de crucero adaptativo…
A favor: Imagen. Calidad. Rendimiento energético. Aceleración.
En contra: Pérdida de ‘mala leche’. Precio.
