La historia del Sorento se remonta a principios del 2000, cuando aterrizó en España acompañado por un Rafa Nadal que empezaba a despuntar por las pistas de todo el mundo. Se trataba de un todocamino muy austero en presentación, cuadrado de aspecto y rudo en su funcionamiento. De esa primera generación se vendieron más de 37.000 unidades en nuestro país, de las que una pequeña parte ruedan hoy por pueblos y ciudades, además, en buen estado de conservación. El nuevo Sorento no es austero, ni cuadrado ni rudo, sino todo lo contrario: lujoso, aerodinámico y servicial. Así que de las tres generaciones anteriores solo hereda el nombre.
Un SUV imponente
Es un todocamino premium. Y posiblemente es igual o más eficaz en campo que el primigenio contando todas las ayudas y sistemas disponibles. El coche perfecto para que Nadal y su mujer se muevan por Mallorca, visiten la Academia y su Fundación y se escapen a cualquier cala de la isla, aunque eso signifique decirle adiós a su actual Stinger.
El Sorento, en persona, te impresiona. Su imponente aspecto viene dado por las dimensiones y, obviamente, por el diseño, con detalles muy americanos debido a ciertos rasgos heredados del Telluride americano (hay que dejar claro que no son el mismo todocamino). Esa apariencia de megaSUV viene dada, además, por los voladizos acortados respecto al anterior y al incremento de 10 milímetros en todas las cotas exteriores, alcanzando los 4,81 metros de largo, 1,90 metros de ancho y 1,70 metros de alto. La batalla también crece en esta ocasión: 35 milímetros hasta llegar a una distancia entre ejes de 2,81 metros.
La zaga, que cuenta con unos pilotos verticales separados en dos, es la parte con más personalidad del vehículo, pero aun así encontramos pequeñísimos rasgos que nos recuerdan a un Bentley Bentayga (zona superior) y a un BMW X7 (inferior); toda una declaración de intenciones de dónde Kia quiere posicionar su Sorento…
De puertas para dentro, el Sorento es acogedor y la presentación es lujosa por acabados y materiales utilizados en la fabricación. Tres tomas USB se encuentran en la parte baja de la consola central, dos de ellas exclusivas para cargar dispositivos móviles. También hay carga inalámbrica, luz ambiental o audio Bose con 12 altavoces, un equipo por cierto que deja muy buenas sensaciones si eres de los que disfruta conduciendo con el volumen alto, ya sean canciones de J Balvin, C. Tangana o de ‘los’ Beatles. El cuadro de mandos utiliza una pantalla de 12,3 pulgadas y la del sistema multimedia es de 10,25 pulgadas. Ambas están unidas por un marco, una presentación que recuerda a la de los actuales Mercedes. La instrumentación varía formas y colores en según el modo de conducción y el equipo de infotainment tiene una curiosa función de ruidos blancos, con sonidos de las olas del mar, el crepitar de la lumbre o el ajetreo de una cafetería.
Sensación de calidad
Pero si hay algo que ha cambiado en Kia es la percepción de la calidad. Abrir y cerrar las puertas, accionar los limpiaparabrisas, dar el intermitente de un toque… el Sorento demuestra que está muy bien hecho y puede competir con lo más granado del segmento. Cualquier parte del vehículo emana robustez y sólo el emblema le puede restar atractivo para los que busquen, ante todo, marca. A nivel de gadgets, incluye ayudas de última generación como era de esperar: frenada de emergencia, reconocimiento de señales, velocidad de crucero inteligente, detector de fatiga, mantenimiento en el carril… De entre todas ellas despunta una: una función ampliada del avisador de ángulo muerto, que activa las cámaras de los espejos retrovisores exteriores cada vez que se acciona el intermitente y éstas reproducen lo que pasa en el cuadro digital. Se trata de una herramienta de gran utilidad para adelantar ciclistas, tal y como hemos comprobado en la ruta de pruebas por la sierra madrileña.
El acceso a las butacas delanteras y traseras es fácil y sencillo. Rápidamente, cualquier ocupante se siente cómodo. Es un todocamino amplio y funcional, con prácticas guanteras y soluciones que hacen la vida a bordo más fácil a las familias, como que la banqueta de la segunda fila se desplace gracias a unos raíles en el suelo. Esto permite variar el volumen del maletero, cuya capacidad oscila entre 179 litros del Sorento híbrido y los 187 del Diesel y 1.996 litros del híbrido y los 2.011 del Diesel (la pérdida de capacidad se debe a la ubicación de la batería). El gran portón tiene apertura eléctrica y cuenta con cuatro niveles de altura regulables al gusto.
La tercera fila, como era de esperar es pequeña para adultos. El acceso tampoco es bueno, salvo que entren, salgan y se acomoden niños pequeños o adolescentes de talla contenida. Estos dos asientos cuentan con avisadores de cinturón y también disponen de Isofix, puntos muy a favor para quienes usen todas las plazas para viajar. También cuentan con tomas USB específicas, otro detalle que nos gusta.
En la fase de lanzamiento, este Kia está disponible con dos motorizaciones: una Diesel y otra híbrida. La Diesel de 202 caballos utiliza un cuatro cilindros con 45 kilográmetros de par entre 1.750 y 2.750 revoluciones. La caja de cambios siempre es automática de doble embrague y ocho velocidades de nuevo diseño. En función de la tracción, varían el peso (1.892 kilos el 4x2 y 1.954 el 4x4), la aceleración (9,0 segundos el 4x2 y 9,2 segundos el 4x4) y el consumo (el 4x2 monta de serie llantas de 18 pulgadas y obtiene una media de 6,2 litros a los 100, mientras que el 4x4 arranca con llanta de 19 pulgadas y una media de 6,8 litros a los 100). La velocidad máxima es la misma: 202 kilómetros/hora.
Hora de ponerse en marcha
La primera parte de la toma de contacto ha tenido lugar con este CRDi y 4x4. Con este Diesel con tracción integral recorremos las estrechas y retorcidas carreteras de la sierra de Guadarrama. Sorprendentemente, el Sorento se muestra más ágil de lo esperado para ser un todocamino que coquetea con las dos toneladas en vacío y unas dimensiones que, como has leído antes, son bastante generosas (delante utiliza un eje independiente McPherson y detrás opta por un independiente de paralelogramo deformable). Con el programa deportivo, el Sorento invita a ir bastante deprisa. Las inercias son contenidas y la rumorosidad igual. Sólo en aceleración tenemos la percepción del origen de la mecánica.
También nos adentramos por pistas en buen estado de conservación. Es entonces cuando provechamos las cualidades del Terrain Mode, cuyo mando es compartido con los modos de conducción. Disponemos de tres programas específicos para el off road: tierra, barro y nieve. El único que utilizamos es el primero, que lo que hace es reducir las posibilidades de quedarse atascado variando la actuación de la electrónica y haciendo que el motor ofrezca más par en marchas largas.
En el caso de la mecánica híbrida de 230 caballos de potencia, esta potencia se obtiene de un motor gasolina 1.6 T-GDi de cuatro cilindros y 180 CV y un eléctrico de 60 CV, que trabajan junto a una transmisión automática de seis velocidades. El par máximo conjunto es de 35,7 kilográmetros entre 1.500 y 4.500 vueltas. Y al igual que el Diesel, según la tracción cambia el peso (1.942 kilos en el 4x2 y 2.006 kilos en el 4x4) y el consumo (6,7 frente a 7,4). La velocidad máxima es la misma: 193 kilómetros/hora. La batería de iones de litio tiene una capacidad de 1,49 kWh.
A los mandos del Sorento híbrido tenemos las mismas sensaciones dinámicas que con el Diesel, salvo que esta versión es más agradable de conducir por ciudad o a baja velocidad debido a la actuación del motor eléctrico. El consumo obtenido es de 6,6 litros, pero conviene añadir que la ruta ha sido más favorable en cuanto a tráfico y desniveles.
El Sorento Diesel está a la venta desde 38.500 euros en su versión Drive 4x2 y a partir de 46.190 con tracción integral y acabado Emotion. Los precios del híbrido arranca en 40.400 euros para el 4x2 Drive y desde 48.090 euros para el 4x4. Todos estos importes incluyen descuentos de lanzamiento y de financiación.
A favor: Imagen. Calidad. Pisada firme. Espacio interior. Tecnología.
En contra: Incrementos en el peso y el precio. Plazas traseras muy justas.
