En 1997 Skoda aterrizó en nuestro mercado con un modelo asequible, compacto pero muy amplio, destinado a uno de los segmentos más populares en aquel entonces. Sí, estoy hablando del Octavia un éxito rotundo pues aunaba la mejor mecánica del grupo Volkswagen con un habitáculo que ofrecía un extra de funcionalidad respecto a la competencia a un precio menor.

Ahora, la marca checa ha lanzado este Kamiq que quiere trasladar esa misma fórmula al segmento de moda hoy en día, el de los SUV más pequeños pero claro, tiene mucha más competencia y hoy no se lo vamos a poner fácil. Vamos a medir sus aptitudes frente a la referencia de la clase, el Renault Captur de segunda generación. ¡Dentro vídeo!

Parecidos y razonables

skoda kamiq trasera en ciudadpinterest
Diego Rueda//Car and Driver


Al primer vistazo ya se aprecia ese ADN Skoda al que nos referíamos al principio. El Kamiq mide 4,24 metros de largo, 1,79 de ancho y presenta una altura de 1,53 metros, de modo que es algo más alargado y bajo que la media de este segmento. La batalla, más amplia que la de los Arona o VW T-Cross es de 2,65 metros y sobre todo destaca por la habitual discreción y solidez que caracteriza a la marca en sus diseños.

skoda kamiq en ciudadpinterest
Diego Rueda//Car and Driver

Casi no parece un SUV pero este Skoda presenta detalles de nivel como los intermitentes direccionales, tanto traseros como delanteros, las molduras cromadas que recorren todos los bajos de su carrocería, las barras longitudinales en el techo o llantas de 17 pulgadas. Por su parte, el Renault Captur sirve como perfecta referencia en la clase (no obstante es el coche más vendido de este tipo) y presenta una longitud de 4,22 metros, una anchura de 1,79, una altura de 1,57 y una distancia entre ejes de 2,64 metros. Es 2 centímetros más compacto que el Kamiq, pero 6 más alto. Vamos, que es casi calcado pero al primer vistazo se muestra más llamativo y arriesgado estéticamente pero sin caer en lo excéntrico y sobre todo, conservando la esencia de su antecesor.

renault captur   trasera en ciudadpinterest
Diego Rueda//Car and Driver

Su carrocería puede ser bitono, como en esta unidad realizada en rojo Deseo y techo negro, las llantas elevan sus dimensiones hasta las 18 pulgadas, y nervaduras como las del capó o molduras cromadas como las de los pilares C, llaman la atención. Los faros delanteros Full Led y los pilotos con misma tecnología y forma de ‘C’ son el complemento perfecto. Estamos ante un producto muy maduro y se nota, pero ¿sucederá lo mismo en el interior?

renault captur   en ciudadpinterest
Diego Rueda//Car and Driver

Interiores con ingenio

En el puesto de mandos diseñado por Skoda todo está en el sitio que esperas y así manejar el equipo multimedia o el ordenador de abordo es tan sencillo como entrar y salir del coche. Además, la calidad general percibida es buena, diría que mejor de la esperada, la pantalla central se maneja con agilidad, aunque sin accesos directos de botón, y solo el freno de mano convencional chirría un poco.

Al cambio de volante, el Captur nos seduce con una primera impresión aún más agradable, gracias a la pantalla multifunción vertical de 9 pulgadas, de gran manejo y perfecta ubicación, pero sobre todo a un nivel general de los acabados superior y también a una buena dotación de huecos útiles. Solo la guantera de cajón resulta algo menos práctica aunque presenta un buen volumen.

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Diego Rueda//Car and Driver

Detrás, ambos cuentan con un espacio apropiado para dos adultos e insuficiente para tres aunque hay bastantes diferencias. Por ejemplo, a nivel de anchura y espacio para las piernas, el Skoda es mucho más confortable mientras que la altura es generosa y bastante más similar en ambos. Pero estos valores hay que ponerlos en relación con el volumen maletero un aspecto en el que el Captur remonta con sus 422 litros por los 400 del Kamiq, algo que el Octavia nunca hubiera consentido, por cierto!

Mismo espacio, distinta distribución

Además, lo mejor del Renault no es esa capacidad total sino la modularidad que ofrece, con una banqueta posterior con regulación longitudinal, accesible desde el propio maletero y también desde el asiento posterior. El volumen del cofre aumenta hasta los 536 litros a costa de restar casi todo el espacio a los pasajeros de detrás, pero aunque la retrasemos del todo, no logra concederles tanta amplitud como la banqueta fija del Kamiq.

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Diego Rueda//Car and Driver

Al volante y sin salir de la ciudad, valoramos algunas características muy positivas por parte del Kamiq para ser un modelo ideal en el día a día, su gran aspiración. Me refiero a una visibilidad general muy buena, pese a tener un puesto de conducción más propio de un turismo, menos elevado que el del Captur pero ergonómico y confortable, pero sobre todo destaca por la suavidad de su dirección, que en carretera además es suficientemente comunicativa y a su corto diámetro de giro entre bordillos, de 10,1 metros que se agradece en ciudad a la hora de dar la vuelta o maniobrar para estacionar. El del Captur es un metro más amplio, por ejemplo.

En carreteras viradas, el Kamiq conserva parte de esa agilidad que nos brinda en ciudad y sobre todo transmite confianza pues marcha muy bien asentado sobre el asfalto. La puesta a punto de la suspensión resulta muy equilibrada y el bastidor manifiesta una tendencia a subvirar en las curvas más cerradas muy natural, moderada y en definitiva, controlable. Eso sí, el motor 1.0 TSI de 95 CV asociado al cambio manual de seis marchas se queda algo corto en su respuesta, al menos en su variante de gas –GNC– que es la que pudimos probar en esta comparativa en la que nos centramos en medir las diferencias de dos modelos en sí, no de sus motorizaciones.

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Diego Rueda//Car and Driver

Ya en el asiento del Captur, lo primero que percibimos es incremento del confort notable. Se nota que Renault ha invertido una gran cantidad de presupuesto en reforzar este aspecto así como la calidad general y equipamiento de un modelo completamente nuevo pero que recuerda mucho a su antecesor a nivel de estética. Ahora, en cambio, el aislamiento acústico que ofrece es intachable y también la calidad de rodadura que le brinda su suspensión que además. Incluso, el sistema My Sense puede modificar la respuesta de la misma y de la dirección para devolvernos un Captur con un dinamismo sorprendente y superior al del Skoda, al menos en las unidades probadas. En este caso, el motor 1.3 TCe de 155 caballos bien asociado a un cambio EDC de doble embrague y siete marchas, nos permitían apurar mucho más los límites del bastidor y endulzaban claramente la experiencia general de conducción respecto a una versión del Kamiq más básica. Eso hay que tenerlo en cuenta pero en líneas generales, la mayor experiencia del SUV galo se dejó notar.

Cargados de argumentos

A nivel de equipamiento, además de la gran pantalla central vertical de 9,3 pulgadas que integra Google Search, conectividad con Android Auto o Apple Car Play y hasta navegador con información del tráfico en tiempo real y aviso de radares; en el Captur destacan el equipo de audio Bose con 9 altavoces y los asistentes a la conducción ADAS, que le han valido el nivel de conducción autónoma 2. Argumentos sólidos.

Pero el Skoda no se queda atrás pues también puede circular en autovía con la mínima colaboración del conductor, prácticamente solo en atascos o realizar frenadas de emergencia en ciudad. Su pantalla, de 8 pulgadas también cuenta con numerosas funcionalidades pero eso sí, el navegador se paga aparte incluso en los acabados más altos y su formato panorámico e ubicación no favorecen tanto su manejo como la del Captur.

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Diego Rueda//Car and Driver

En definitiva...

Los Renault Captur y Skoda Kamiq no son solo dos de los últimos SUV llegados a este segmento B, representan también dos de las mejores alternativas en la actualidad. Y como has visto, dan un resultado bastante más distinto de lo que pueda parecer en primera instancia. El checo ofrece una estética más discreta pero un equipamiento muy sofisticado y sobre todo, un interior con la parte trasera más habitable de la comparativa y me atrevería a decir que del segmento. Está a la venta desde 17.400 euros con el motor 1.0 TSI con el que lo hemos probado pero sin la tecnología G-Tec de gas, que incrementa otros mil euros y pierde 5 caballos de potencia (90 por los 95 CV del gasolina). En cualquier caso, te recomiendo las versiones de 115 CV en adelante y sobre todo el 1.5 TSI de 150 CV que arranca en los 20.850 euros.

Por su parte, el precio de tarifa del Captur es 500 euros inferior, así que está a la venta desde 16.900 con motor gasolina de 100 CV. Eso sí, el precio del 155 CV sube hasta los 24.500 euros, 26.050 en el caso de nuestra unidad probada, provista del acabado más alto Zen +. Es decir, en función de la motorización que elijas y del nivel de equipamiento que selecciones uno u otro pueden ser algo más costosos que su rival pero cualquier caso, el Renault te ofrece un plus de confort, calidad general y equipamiento pero sobre todo una trasera más modulable, que agradecerán quienes vayan a realizar un uso más familiar de este vehículo, como es mi caso.

  • Renault Captur 1.3 TCE 4 cil. 16V 155 CV Precios, ficha técnica y más detalles
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