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Para Toyota, el hidrógeno no es un simple proyecto de ciencias. Y lo mismo piensan sus colegas dentro de la industria japonesa, respaldados por la estrategia nacional que su gobierno tiene en marcha con el fin de convertir esta nueva forma de energía en la chispa que mantenga la a veces bulliciosa, a veces contemplativa, vida de Japón.
Pero para que eso sea posible, primero es preciso conseguir que la tecnología que permite obtener hidrógeno de la forma más sostenible (el conocido hidrógeno verde) esté al alcance de una gran mayoría de compañías, fábricas y proveedores. Con este propósito Toyota, una de sus grandes impulsoras, acaba de suscribir un acuerdo con la firma de ingeniería Chiyoda Corporation.
Un sistema rentable y escalable
Tal y como explica Toyota en su comunicado, el acuerdo establece las bases para una colaboración entre ambas compañías, donde el expertise que ya acumula Toyota con sus pilas de combustible de hidrógeno se combina con el propio de Chiyoda en el diseño y construcción de instalaciones y centros de producción a gran escala.
El objetivo final de la colaboración es el de desarrollar un sistema de generación de hidrógeno sostenible mediante electrólisis del agua que sea, a la vez, eficiente para permitir una producción razonable de hidrógeno y suficientemente compacto como para instalarse en cualquier factoría o parcela industrial.
Toyota y Chiyoda Corporation están convencidas de que su plan logrará impulsar la expansión de la producción de hidrógeno como sector económico, tanto para la industria autóctona japonesa como, más adelante, en el resto del mundo.
