El tándem que forman los hermanos Márquez a los mandos de la nueva Honda RC213V es una de las grandes sensaciones de esta temporada 2020 de MotoGP, pero antes de que adrenalina comience a desatarse en el circuito un año más y podamos evaluar el rendimiento de la nueva estructura del Repsol-Honda, nuestros compañeros de Esquire han tenido acceso a unos minutos en privado con el gran rookie del año: Álex Márquez.

Confianza y determinación

Y por si tienes alguna duda, el vigente campeón de Moto2 llega con paso firme a la máxima categoría y con la misma normalidad con la que todo su entorno afronta lo que sucede en el seno de esta exitosa familia ilerdense. "Mis amigos llevan mi popularidad con mucha naturalidad. Tengo la suerte de conservarlos desde que era pequeño. Me ayuda mucho volver de una carrera, estar con ellos y volver a estar con los pies en el suelo. Soy uno más", cuenta Álex.

"Mi primera moto fue la piwi que heredé de mi hermano. Si tuviera que elegir tres objetos clave en mi carrera ese sería el primero. Después destacaría mi primer mono, el que fue solo mío, no el que heredé de mi hermano. Porque los hermanos pequeños lo heredamos todo. Y, por último, dos objetos que van unidos: la medalla y el casco de campeón que conseguí en 2014 como campeón del mundo de Moto3", recuerda también el de Cervera quien en esa época no admiraba tanto a su hermano como a otro famoso piloto español de Honda. ¿Adivinan?

"De pequeño mi ídolo era Dani Pedrosa. Pero me gustan muchos otros deportes y me encanta Kilian Jornet, por ejemplo. Por cómo afronta las cosas, cómo disfruta de su deporte y porque dice que cuando no disfrute se retirará. Lo comparto porque creo que disfrutar es la clave para afrontar nuevos retos. Esa mentalidad me gusta mucho. Había soñado a menudo con llegar a MotoGP. Y siempre en un equipo como Repsol-Honda. Cuando eres un niño y estás en casa es el equipo que ves por la tele, con pilotos que han marcado épocas en la categoría reina. Sabía que era muy difícil, pero las circunstancias me han llevado hasta aquí y soy muy feliz", sentencia un Álex Marquez que tiene claro cual es su punto más fuerte...

Alex Marquez motogp
César Núñez

Una clara fortaleza

"Soy muy cabezón, hasta que no consigo los objetivos que me propongo no paro. Cumplí el sueño de llegar al Mundial, de ser campeón del mundo de Moto3, de ser campeón del mundo de Moto2. Y ahora mi sueño es ser campeón del mundo de MotoGP. Que se logre o no ya lo veremos, pero la clave es seguir la fórmula mágica de Victor Küppers. Con trabajo se puede llegar a conseguir cualquier cosa.

"Llegar a MotoGP como compañero de Marc tiene ventajas e inconvenientes. La principal desventaja es la comparación constante. Aunque la verdad es que la mayoría de pilotos saldrían perdiendo con esta comparación. ¿Ventajas? Saber que en casa el trabajo está bien hecho, porque el actual campeón del mundo hace lo mismo que yo. No tengo un objetivo claro para este año. El primero es hacer la mejor pretemporada que pueda. Tengo mucho que aprender, pero antes de la primera carrera sí que me marcaré un objetivo. Lo lógico en mi temporada como rookie o debutante será ir de menos a más y evolucionar lo máximo todo el año, concluye nuestro entrevistado quien por cierto, no acudió a la cita en moto sino ¡en coche!

"Tengo carné de moto desde hace poco más de un año pero no la utilizo por la calle. Me lo saqué para poder llevar la moto de enduro. Normalmente voy en coche y cuando estoy en un atasco miro a la gente que tengo alrededor. Me gusta ser observador. Aunque tengo poca paciencia, porque al vivir en un pueblo no estoy acostumbrado, así que cuando pillo un atasco en Barcelona o donde sea me pongo de los nervios..." Mira, ya tenemos algo más en común contigo, Álex. ¡Suerte!

Vía: Esquire ES