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El presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem fue recientemente absuelto de la investigación realizada por el Comité de Ética de la FIA. Este fue el encargado de estudiar las acusaciones sobre irregularidades en el Gran Premio de Arabia Saudí y de Las Vegas del año pasado.
¿Qué ha sucedido?
El Comité deliberó que no habían pruebas que incriminaran al presidente de interferir en estos eventos. Se dijo que Ben Sulayem intervino para que la sanción a Fernando Alonso de 10 segundos en Jeddah fuera revocada. Y más tarde llegó la acusación de que también habría tratado de impedir que el circuito de Las Vegas recibiera el certificado necesario para poder competir.
Tras aclararse la resolución, Ben Sulayem se ha visto obligado a responder, señalándose como el gran damnificado de la situación. Señala que las denuncias sólo han buscado manchar tanto su imagen como la de la FIA.
"El objetivo era atacarme"
Ante esto, afirma que las acusaciones tenían el claro interés de perjudicar su figura: “Desestabilizarme como presidente de la FIA pero también cuestionar la integridad de nuestra respetada organización. Estos acontecimientos tienen un objetivo claro: golpear el corazón de nuestra dirección y socavar los cimientos de nuestra federación, víctima de filtraciones maliciosas de información confidencial y sensible, que han empañado nuestra reputación y han causado preocupación entre nuestros miembros”, en declaraciones recogidas por racingnews365.
Señaló las acusaciones no han afectado la fuerte unión entre ambos: “Pero a pesar de estos ataques a mi carácter y a nuestra organización en su conjunto, somos más fuertes y la determinación es mayor que nunca. Sabemos que el objetivo final de estos actos despreciables era atacarme y debilitar la esencia misma de la FIA”, añadió.
Finalmente, quiso aclarar que la institución “permanece fiel a su compromiso de un entorno de transparencia, responsabilidad e integridad inquebrantable dentro de la FIA”.