Fernando Alonso ha encontrado en Zak Brown un aliado. Lo que antaño habrían sido negativas con casi cualquier responsable de equipo al intentar competir en cualquier cosa fuera de la Fórmula 1, con Brown, no solo ha logrado permiso, sino que ha sido un gran incentivador de las recientes aventuras de Fernando Alonso.

Brown no es solo un hombre de negocios. O un ingeniero que ha ido escalando hasta ser jefe de equipo. Brown además es un piloto, uno de los que competía por placer, no obsesionado con llegar a una Fórmula 1 que le era imposible por talento y posible por presupuesto.

De hecho, Brown sabe lo que es competir en las 24 horas de Daytona. El americano lo ha hecho varias veces, la última en 2011, también con el equipo United Autosport, donde se quedó a las puertas del podio con un cuarto puesto.

Conociendo la carrera, solo hizo falta una insinuación de Fernando Alonso para que el responsable de McLaren le tendiera la alfombra al piloto español para estrenarse en las 24 horas de Daytona, lo que también supondrá su primera carrera con un prototipo de Le Mans y su estreno en la resistencia de primer nivel. Más fácil incluso que su participación en las 500 millas de Indianápolis, pues no hay ni coincidencia de calendario ni necesidad de llegar a acuerdos, pues el equipo de Zak Brown figuraba entre los inscritos.

“Estoy encantado de haber logrado un acuerdo para que Fernando pilote en Daytona. Aunque no ha conducido nunca un LMP2 antes, estoy seguro de que se hará con él rápidamente. Es uno de los mejores pilotos que existen, por lo que sería genial tenerlo como parte del equipo, no solo por su velocidad, sino por su experiencia y el conocimiento inestimable que le transmitirá a sus compañeros”, afirmaba el estadounidense en su declaración.