La asociación entre McLaren y Honda está en la cuerda floja. Desde que la colaboración de ambas partes comenzara en 2014, el fabricante japonés todavía no ha podido desarrollar un motor competitivo que permita al equipo de Woking lograr buenos resultados. Después de la mejora mostrada en 2016, esta temporada la estructura ha dado un paso hacia atrás en cuanto a rendimiento, lo que está terminando con la paciencia de McLaren.

Eric Boullier admite que septiembre será el mes en el que la escudería tomará una decisión sobre la continuidad o no de la relación con Honda, coincidiendo con el plazo establecido por Fernando Alonso para decidir su futuro. “Técnicamente, puedes cambiar un motor en 12 semanas. Entonces puedes cambiarlo en cualquier momento tres meses antes del comienzo de la temporada siguiente. Si se quiere hacer el diseño base en relación al motor, septiembre es el mes para decidir”, explicó el jefe de equipo de McLaren.

La estructura británica se sitúa en el noveno lugar del mundial de constructores después de adelantar a Sauber al puntuar con los dos coches en Hungría, en comparación al sexto puesto en el que finalizó McLaren en 2016. No podemos estar contentos con dónde estamos, la situación, la fiabilidad y el rendimiento. Si hay que decir donde estamos tras mitad de temporada: estamos trabajando duro para recuperarnos”, apuntó Boullier.

“Tras el rendimiento y la competitividad que mostramos el año pasado, teníamos la ambición de hacer un trabajo mejor esta temporada. Pero esto no es donde estamos ni donde queremos estar. No podemos estar contentos de momento”, recalcó.