Red Bull acabó la carrera con solo uno de sus dos vehículos, algo que ya dejó de ser noticia hace tiempo. La marca de la bebida energética tuvo a Max Verstappen como mejor clasificado con un quinto puesto, pero con el sabor amargo de que el abandono de su otro piloto, Daniel Ricciardo, estuvo provocado por un contacto del propio Max Verstappen.

Si un abandono no fuese suficiente castigo, la FIA además decidió sancionar al neerlandés con 10 segundos de tiempo añadido que el joven piloto cumplió durante su única parada. Dicho contacto se produjo en la primera vuelta, cuando ambos pilotos rodaban en paralelo y Max iba por el interior, frenando más tarde, bloqueado, y perdiendo la línea, impactando con Ricciardo que trazaba por fuera.

El contacto rompió el pontón y provocó una fuga de líquido que desembocó en un trompo de Daniel Ricciardo al caerle el líquido en los neumáticos traseros, y finalmente en su abandono.

En palabras de Christian Horner, la FIA fue demasiado impetuosa a la hora de sancionar a Verstappen, tratándose de un incidente de primera vuelta y más con antecedentes como el de Valtteri Bottas en Barcelona, donde un error similar acabó tanto con la carrera de Kimi Raikkonen como con la de Max Verstappen. O sin ir más lejos, el incidente en esta misma carrera entre Ocon y Pérez, donde también saltaron piezas, aunque sin acabar en abandono.

Veo lo ocurrido como un incidente de carrera, incidentes que suceden. Creo que fueron un poco impetuosos si miras la maniobra de Bottas en Barcelona”, afirmó Horner. “Max cometió un error y se disculpó con su compañero, disculpa que Daniel aceptó. Han pasado 12 meses el uno junto al otro sin ningún incidente, comenzando uno al lado del otro, por lo que realmente ha sido una racha muy buena sin que se hayan tocado”, añadió el austriaco.

Pese a todo y pese a que Max acabó a solo 13 segundos de la victoria, Horner cree que no hubiera cambiado nada de no haber sanción, ya que adelantar en este circuito a un coche con ritmo similar es prácticamente una quimera.