El Red Bull Ring acogió este fin de semana su cuarta edición desde que el Gran Premio de Austria retornara al calendario de la Fórmula 1, con la agradable sorpresa de tener un sobresaliente incremento en la asistencia al evento.

La Fórmula 1 ha cifrado la asistencia al Gran Premio en 145.000 espectadores, lo que supone un incremento del 58% que solo se puede explicar por numerosos factores y no por un único condicionante. Las actividades paralelas al Gran Premio fueron numerosas y llamativas, destacando la presencia en pista de varios prototipos históricos de resistencia, tomando el relevo de años atrás cuando los clásicos que rodaron fueron Fórmula 1.

Encantado con las cifras ha quedado Sean Bratches, uno de los tres brazos ejecutores de la Fórmula 1, que agradeció al Red Bull Ring los esfuerzos realizados en mejorar la asistencia y convirtiendo el Gran Premio en una experiencia completa. “Es algo que queremos lograr en cada carrera”, afirmó Bratches.

Ross Brawn por su parte se congratuló por el espectáculo en pista, algo que muchos aficionados podrían poner en duda siendo bien cierto que el final de carrera sí que fue tan emocionante como el director deportivo de la Fórmula 1 afirma. Y todo, a pesar de como comenta Brawn, Alonso quedó fuera de carrera en la primera curva, al igual que Max Verstappen, que estuvo apoyado en el circuito por alrededor de 10.000 aficionados.