Las dos sesiones de entrenamientos libres del viernes se vieron afectadas por la abundante niebla, la cual no permitía al helicóptero médico operar correctamente en caso de emergencia. Aunque las previsiones meteorológicas indican una mejora del tiempo para el sábado, la situación volvería a empeorar el domingo y la carrera podría sufrir interrupciones.

Debido a este escenario, los equipos propusieron que la carrera se celebrara el sábado aprovechando las mejores condiciones climatológicas. Pero Charlie Whiting ha rechazado esta propuesta y ha informado a los equipos de que el fin de semana se seguirá disputando con el horario previsto. La FIA basó su decisión en unas previsiones mejores de las que se esperaban inicialmente, con un viento mayor que ayudaría a que las nubes se situaran en una mayor altitud.

Así que, a pesar de las previsiones de lluvia, la carrera se disputará el domingo tal y como estaba previsto. Se especulaba que los equipos podrían tener un tercer libre extendido para compensar el tiempo perdido del viernes, pero parece que esta posibilidad tampoco saldrá adelante.