Fernando Alonso mostró su cara más seria al acabar la sesión clasificatoria del GP de Austria, dado que el asturiano calificó 14º en una Q2 donde solo elimaban a cuatro coches dados otros dos abandonos previos a la manga del medio.

El asturiano sabía -como dijo después de la sesión- que solo tenía que vencer a los Haas para entrar en Q3, pero no fue capaz de hacerlo, ni tampoco a uno de los Manor por un error de principiante del equipo McLaren, que cuando se pudo remediar, fue demasiado tarde por la lluvia.

"Seguramente hicimos cosas mal de nuevo. Teníamos previsión de lluvia así que salimos al inicio de la Q2 con neumáticos nuevos, los únicos que nos quedaban, pero por alguna casualidad en mi coche estaban los neumáticos usados de la Q1 e hice un primer intento solo por hacerlo y cuando puse las gomas nuevas tuve banderas amarillas y fue un error grande no montar neumáticos nuevos al inicio", ha asegurado.

"No estoy enfadado, solo frustrado. No vamos rápidos ni estamos en una buena posición, y encima cometemos errores básicos, lo cual es frustrante, pero la carrera es mañana y nos tocará recuperar", ha concluido.