El coche de Renault para 2016 es una evolución evidente de su predecesor, el Lotus F1 con motor Mercedes, que Jolyon Palmer condujo a lo largo de la temporada pasada como tercer piloto en algunas sesiones de entrenamientos libres de los viernes.

"El coche no se nota tan diferente", asegura el británico, quien solo pudo lograr completar 37 vueltas al circuito, y fue el último en la tabla de tiempos.

La diferencia, al parecer, está en el cambio hecho por el equipo, desde los motores Mercedes a los procedentes de Renault. "Sabíamos que no sería fácil y que no haríamos 100 vueltas. Pero 37 vueltas no es el comienzo ideal", apunta Palmer. "Uno de mis cuatro días ya ha pasado. Se podía sentir la diferencia. El Mercedes tiene más potencia, pero el Renault tiene ventajas, por ejemplo, su facilidad de conducción", añade.