Max Verstappen ha visitado la fábrica de Toro Rosso en Faenza, esta semana, para preparar, junto con su equipo, la temporada 2016. El joven piloto holandés asegura, en su página web oficial, que también estuvo presente su compañero de equipo, Carlos Sainz, y que las reuniones sirvieron para conocer detalles del nuevo coche y preparar con el equipo la gestión de este año.

"Hablamos sobre nuestras metas, el concepto del coche, las nuevas piezas y los progresos que se han hecho. Había mucho de lo que hablar y todo parece ser muy emocionante", comenta Max.

Verstappen también ha tenido tiempo para hacerse el nuevo asiento del STR11 y este viernes se trasladará a las instalaciones de Red Bull, en Milton Keynes, para probar el monoplaza de 2016 en el simulador. "El simulador es cercano a la realidad, así que tengo curiosidad, pero tendremos que esperar a ver cómo nos va en un circuito real", continúa Verstappen.

"Han sido unos meses intensos en los que me he estado preparando físicamente. Espero que podamos anotar muchos puntos este año", comparte.

Con "'intenso", Verstappen puede referirse al cambio más significativo de cara a la nueva temporada para los de Faenza, y sin duda, ese ha sido el acuerdo en el último momento con Ferrari, para utilizar sus unidades de potencia en detrimento de las de Renault.