Un equipo oficial de rugby jamás pensó seguramente que tendría que enfrentarse contra una máquina, pero cuando los componentes del Leroy Houston supieron a qué se enfrentaban, se dieron cuenta de que no sería un partido habitual.
Al otro lado del campo, se encontraba su rival: una bestia de más de 800cv de potencia, en cuyo mando se encontraba el ganador de tres GPs de Fórmula 1, el australiano Daniel Ricciardo. "Fue emocionante. ¡Es algo que nunca había hecho!", comenta el australiano.
Ante semejante reto, los expertos que conocen bien los entresijos del RB8 tuvieron que estar atentos para liberar el enorme potencial de este vehículo y así hacer frente a sus contrincantes, liderados por Henry Thomas y David Denton.
"No todos los días te enfrentas a algo así, nos encanta ponernos a prueba pero no muchos jugadores pueden decir que han hecho una melé a un coche de Fórmula 1", apunta Henry.
"Ver a los jugadores de rugby tomar sus posiciones detrás de la máquina, justo en frente de mí, fue raro. Pero mi competitividad les pateó. ¡Estaba decidido a vencerles!", afirma Daniel.
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