La Fórmula 1 se enfrenta desde hace dos años a una situación interesante porque se afirma que los monoplazas son más fáciles de conducir, aspectos como el punto de frenada y el paso por curva se han vuelto más sencillos de controlar, sin embargo, saber manejar los complejos motores V6 turbo es tan difícil, que lo complementa.

Es lo que piensa el jefe de rendimiento de Williams, Rob Smedley y esto afecta a la hora de determinar los talentos que se suben en los monoplazas. "Los monoplazas son significativamente más sencillos de pilotar, pero desde el punto de vista del entretenimiento y el deporte, si los coches son demasiado sencillos de llevar quizá no podamos distinguir tan fácilmente un piloto habilidoso de uno mediocre", señala para F1i.com.

Smedley explica qué aspectos de la conducción son más sencillos ahora. "Los puntos de frenada se hacen antes, la velocidad en las curvas y sus técnicas son más lentas y fáciles, así que ya sea esto algo malo o bueno lo que de verdad deberíamos preguntarnos es si estamos viendo la diferencia entre pilotos que deberíamos ver", apunta.

Por lo tanto, el ex ingeniero de pista de Felipe Massa cree que ahora el esfuerzo físico de los pilotos para manejar los actuales monoplazas es menor, pero se compensa enormemente con la habilidad requerida para manejar los nuevos sistemas que se regulan desde el volante y toda su complejidad.

"En términos de lo que tienen que hacer, estas unidades de potencia son enormemente complicadas de administrar y no se aplica sólo a Mercedes esto, a Renault y Ferrari les ocurre lo mismo", explicaba Rob, haciendo entender la dificultad que entrañan los motores de los coches.

Y aporta ejemplos que se pueden observar en cualquier carrera. "Sólo tienes que mirar las cámaras onboard que muestran a lo largo de la carrera y escuchar todos los mensajes de radio que los pilotos reciben, la cantidad de cosas que tienen que hacer. Desde ese punto de vista, los coches son más difíciles de conducir", finaliza.

Smedley sobre el incidente de Bottas en Abu Dhabi: "Vio al McLaren demasiado tarde"