El equipo Manor va a sufrir un importante cambio de rumbo a partir de la próxima temporada. Tras estar muy cerca de la desaparición, con una situación financiera y deportiva muy complicada, su resurgimiento les ha llevado a una nueva etapa, marcada por la relación técnica con Mercedes y Williams, y con la que esperan conseguir la seguridad y la tranquilidad que tanto han echado de menos en los últimos años, especialmente cuando las arcas se vaciaban y la presión aumentaba.

En este cambio, dos figuras importantes, como son Graeme Lowdon y John Booth tomarán la vía de salida de la formación, dejando su sitio a Dave Ryan, procedente de McLaren, una salida que supone un final de ciclo en su trayectoria profesional. Graeme indicaba que consideraba que la decisión era la correcta, aunque le hubiera gustado estar más tiempo activo.

"Podría haber estado bien estar involucrado en algo más de carreras de Fórmula 1 el próximo año, pero estoy seguro de que estoy haciendo lo correcto. Echando la vista atrás los retos que hemos tenido a lo largo de los últimos seis años han sido muy variados, algunos de ellos muy complicados, ha habido una gran cantidad de trabajo, especialmente durante el último invierno para mantener el equipo vivo, así que cuando me voy, hay un sentimiento de logro de que el equipo está todavía aquí, en una posición para poder avanzar", asegura Lowdon.

De cara a su futuro indicaba que no tiene nada previsto, ya que todavía sigue plenamente centrado en Manor, así que cuando termine estudiará nuevas propuestas. "Estoy de acuerdo con los actuales propietarios y no buscaré ningún otro empleo mientras continúe con el equipo, si se presenta una oportunidad de F1 volveré. La F1 es un negocio fascinante y las oportunidades son grandes, los próximos diez años podrían ser los más emocionantes en términos de crecimiento y de cómo los aficionados pueden interactuar", finaliza el de Manor.