Con el mundial de constructores ya en manos de Mercedes y con el de pilotos prácticamente sentenciado por Lewis Hamilton, en Ferrari quieren aprovechar las últimas carreras del año para probar cosas de 2016.

En concreto, sopesan introducir una última actualización de su propulsor en Austin, ya pensada para el próximo año, utilizando los cuatro tokens que les restan en este 2015.

La situación es complicada por el hecho de que Sebastian Vettel todavía tiene una oportunidad, aunque débil, de ganar el campeonato de pilotos de este año y tanto el alemán como Kimi Raikkonen, tienen agotada su asignación de cuatro motores para esta temporada, por lo que cualquier cambio adicional tendrá como resultado una penalización.

Cuando se le preguntó si Ferrari planeaba introducir una mejora para el gran premio de los EE.UU, Maurizio Arrivabene, director del equipo, ha sido claro: "Estamos pensando en ello e informaremos de ello en Austin. Por supuesto que la situación de Sebastian Vettel, ahora segundo en el campeonato, cambia un poco las cosas", ha señalado.

"Pero tenemos que hacer nuestros cálculos en casa y ver lo que tenemos en nuestras manos antes de tomar cualquier tipo de decisión", ha confesado.

El alemán se encuentra segundo en la clasificación por detrás de Lewis Hamilton, 66 puntos por debajo, con un máximo de 100 puntos en juego.

En el caso de superar Hamilton a Vettel por nueve puntos y a Nico Rosberg por dos en Austin, el británico lograría su tercer título mundial. Vettel sin embargo, estaría en una cerrada lucha con Rosberg para el segundo puesto.

Dado que Raikkonen no está la pelea por el campeonato, una buena opción para Ferrari es la de elegir solamente introducir la actualización en el coche del finlandés en Austin, penalizando solo en él, ya que está en una distante cuarta posición en la clasificación de pilotos, con 12 puntos de ventaja sobre Valtteri Bottas, su más inmediato perseguidor.